Acto V: Luna Plateada. Capitulo VII: La caída de Tebas.

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Tras la partida de la flota comandada por el príncipe Link hacia las tierras imperiales, estos habían logrado realizar un exitoso ataque sorpresa a uno de los complejos industriales más importantes del imperio, pues sin la forja del trueno, las fuerzas de Amón se verían seriamente afectadas, ya que no tendrían como seguir alimentando su maquinaria de guerra, sin embargo, las intenciones del gobernante draconiano, no se detendrían allí.

Haciendo uso de una muy útil estrategia así como el poder del bahamut, la misma noche en que atacaban la forja, el dirigió su siguiente mirada hacia la ciudad cercana de Tebas, pues su intención era causarle una herida era tomar toda la región sur del imperio para así recuperar aquellos territorios que le habían sido arrebatados a Umbra en el pasado.

Azir: ¡Malditooooo!

"¡Claaanck, Claaaanck, Claaaanck, Claaaanck!"

El regente de la ciudad, lord Azir, luchaba con todas sus fuerzas para defender la ciudad, pues el príncipe draconiano quien hizo acto de presencia en aquel lugar, estaba completamente decidido a acabar con cualquier remanente del imperio a toda costa.

Príncipe Link: Estoy empezando a aburrirme Azir. [Comento en un tono burlesco]. Siempre escuche que eran grandes guerreros, pero desde que llegue no he visto nada de eso.

Azir: Rata escamosa asquerosa ¡te voy a enseñar de lo que soy capaz de hacer!

Tomando una posición un tanto extraña, el guerrero imperial de túnica oscura, coloco sus espadas dobles de la misma forma en que un lancero colocaría su arma para realizar un ataque frontal, para luego comenzar a cargar su ataque...

Azir: ¡Pullus detrusit! {Estocada sombría}.

En ese instante, el guerrero del desierto, se envolvió todo su cuerpo en un velo de sombras el cual emanaba desde sus afilados sables, para acto seguido, abalanzarse a toda velocidad hacia su oponente...

Azir: ¡Mueeereeee!

Príncipe Link: ¡!

¡Fuuuuuussssshhhh! ¡¿Ah?! ¡Umph!

Pese a que aquel ataque era sumamente eficiente y mortal, no tuvo ningún efecto sobre el cuerpo del príncipe draconiano, el cual, haciendo uso de los poderes de la piedra sagrada, volvió su cuerpo completamente intangible, permitiéndole a Azir atravesar su cuerpo por completo sin causarle ningún tipo de daño y dejándolo completamente confundido.

Azir: ¡¿Qué demonios fue eso?!

Príncipe Link: ¿Enserio pensabas que usar la magia de mi tribu contra mi te resultaría útil? [Comento mientras se daba la vuelta para observar a su oponente].

Azir: ¿Magia de tu tribu?

Príncipe Link: Esas habilidades... no son más que una mera copia de las técnicas creadas por mi raza, así que permíteme demostrarte lo que es un verdadero ataque... ¡De las sombras!

Azir: ¡¿Qué...?!

¡Slaaaaaaaassssh! ¡Gaaaaaahhhh! ¡Craaaaaaasssh!

Imbuido en el poder de su gema, el príncipe draconiano nuevamente volvió todo su cuerpo intangible y similar a como Azir se había abalanzado la primera vez, logro clavar con sus afiladas garras justo en el pecho de su oponente, para justo después arrojarlo caleras hacia abajo.

Azir: *Cof, cof, cof* Desgraciado... *Cof, cof, cof* [Se quejaba tirado en el suelo].

Príncipe Link: ¡Vamos Levántate! [Le ordenaba mientras descendía lentamente por las escalinatas].

Azir: *Cof, cof, cof* Pagaras por esto... [Comentaba mientras se ponía de pie].

Príncipe Link: Oh vamos... ni siquiera te ataque con la fuerza necesaria para matarte.

La Era Olvidada y el imperio PrimigenioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora