𝐇𝐄 𝐒𝐌𝐄𝐋𝐋𝐒 𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑𝐒 🌻 𝐤𝐨𝐨𝐤𝐯

06 🌻

‎‧₊˚✿ ❝𝐔𝐧 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 𝐝𝐨𝐥𝐨𝐫𝐨𝐬𝐨❞ ✿˚₊‧

No había forma posible de calmar su corazón y sus sentimientos ahora. Taehyung había sido besado por Jungkook, el mismísimo Jungkook de quién había estado enamorado desde la primera vez que lo vió. Lo recordaba perfectamente, no era ningún invento, él había conocido al alfa en el bosque de la manada. Ese particular y hermoso día, él y Namjoon se habían adentrado en el bosque y vaya fue su sorpresa al encontrar al pequeño hijo de cinco años de los Jeon guindado en una rama, con los ojos fuertemente cerrados y sus manos aferradas a la rama que sostenía su cuerpo.

Taehyung era un pequeño muy hábil y no lo pensó dos veces en ir a auxiliar al pequeño que se sobresaltó ante la presencia del mayor. En cuanto Taehyung miró al pequeño asustado sintió un flechazo inmediato, aquel pequeñín era él más hermoso que había visto en toda su vida, eso podía apostarlo, y se aseguró muchísimo más de esto cuando le regaló una de sus sonrisas de conejo después de unas palabras tranquilizadoras. Cuando ambos pequeños se encontraron sanos y salvos en el suelo del bosque, Jungkook no dudó en agradecer reverenciándose ante él con las mejillas rojas y el flequillo negro tapando sus ojos. El mayor suspiró sintiendo algo retorciéndose en su interior al ver lo servicial y tímido que era el pequeño niño, y no dudó en entregarle un chocolate que principalmente iba a regalarle a un tal Seokjin que su hermano ansiaba que conociera. Al entregarle el chocolate al pelinegro, este lo recibió con el rostro aun más enrojecido sin poder mirar a Taehyung y una vez más se reverenció con voz temblorosa.

--¡Muchísimas gracias hyung! Es usted muy amable. -Recitó el pequeño aún sin mirarlo.

Taehyung sintió por primera vez algo removerse con emoción en su interior, similar a la sensación que le daba cuando la luna se posaba en lo más alto. Intercambiaron unas pocas palabras y el pequeño que se presentó como Jeon Jungkook. Aún no podía mirarlo directamente y seguía sonrojado, gesto que le parecía adorable al mayor quién de igual manera estaba en una situación similar.

Fue en ese intercambio de palabras y risitas nerviosas que escucharon un '¡Click!' proveniente de un cámara que sostenía su hermano mayor con una sonrisa vil, y junto a él un pequeño niño que parecía una hámster.

Que más tarde se dió cuenta que era su cuñado, Seokjin.

Taehyung aún no podía creer que el alfa tuviera esa foto, y que hubiera escrito aquello hace tantos años, porque esto podía significar que evidentemente las palabras del menor eran verdaderas, y sí está enamorado de él como tanto había soñado. Pero Taehyung seguía estando completamente inseguro, joder, había pasado toda su vida solo, sin recibir atención de ningún alfa. Por lo mucho solo los primeros meses de haberse presentado como omega, así que aún le parecía descabellada la idea del rubio gustando... no, estando enamorado de él.

Sólo sé feliz y acepta los hechos.

Su lobo interior rugió impaciente, se había quedado con una gran molestia al ver a Jungkook partir y más después de haber compartido ese pequeño beso con él, pero Taehyung no le prestaba atención, al fin y al cabo, más frustrado se sentía él.

Decidió al fin que necesitaba un consejo, así que partió rumbo a la casa de su hermano y su cuñado. Cuando ambos se mudaron hace dos años le habían dado una copia de sus llaves al omega especulando: "Puedes visitarnos cuando quieras, Tae", O eso le había dicho Seokjin. Pero de igual manera se encontraba camino a la cabaña Oh, la tercera cabaña del mismo apellido en la manada.

Al llegar notó la cabaña perfectamente arreglada desde afuera, y junto a ella un estudio de sastrería perteneciente a Seokjin. Abrió la puerta de la casa encontrándose con que no había nadie ni en la sala ni la cocina, y todo parecia en un abrumador silencio. O eso pensaba hasta que escuchó unas respiraciones entrecortadas en el pasillo de los cuartos, con sospecha y sin hacer tanto ruido se dirigió hasta estos, la habitación principal tenía la puerta entreabierta y conforme más se acercaba las respiraciones se oían más fuertes y también pudo apreciar algo como un chapoteo.