PROTECTIVE

Capitulo 22

Lena POV

Kara solo conduce unas cuantas cuadras desde mi casa antes de que se detuviera a un lado de la carretera. Tengo el rostro escondido en su cuello, sin querer mirarla, puedo sentir la humedad de mis mejillas y dónde he empapado su camiseta, sorbo mi nariz cuando comienza a acariciarme la espalda en suaves círculos, intentando que me calme. Me está diciendo que todo va a estar bien y lo mucho que me ama, me dice que nadie volverá a hacerme daño.

Me siento muy avergonzada por lo que vio, es una parte oscura de mi vida que he intentado ocultar. No quería que viera la suciedad y tristeza que me cubre. Su familia es perfecta, todo lo que siempre soñé tener. Cuando finalmente consigo el coraje de apartarme, su mirada va directamente a mi mejilla, alza la mano y me estremezco, la tristeza se muestra en su rostro antei reacción, su que no se detiene, lleva la mano a mi mejilla dañada. Pasa el pulgar sobre ella y observó como aprieta la mandíbula, intenta esconder su enfado, pero no funciona, lo veo ahí.

- Lo siento - digo, sintiéndome como una verdadera idiota.

Odio haberme estremecido, porque se que nunca haría nada para hacer daño, todo lo que soemyha hecho es cuidarme, asegurarse de que estoy bien.

- Está bien, lo entiendo, estás asustada y los años de vivir con alguien así pueden hacerte de ese modo. Dale algún tiempo y te prometo que nunca volverás a estremecerte, nadie que quiera seguir respirando te hará daño.

Me inclino hacia su toque, queriendo más, he estado tan hambrienta de cariño a lo largo de los años, que quiero absorber toda la atención que me da.

- No quiero volver allí - comento finalmente, las lágrimas deslizándose de mis ojos, se inclina y las limpia con besos

- Nunca volverás a esa casa - me dice Kara con fiereza - estás conmigo desde ahora y para siempre.

Lloro más fuerte ante eso, deseando que pudiese ser verdad. Suena tan maravilloso, pasar el resto de mi vida como anoche, abrazada a ella, sintiendo que nada podrá hacerme daño porque Kara no permitirá que eso suceda.

- Pero.... - protesto, pero me interrumpe

- Vas a venir a casa conmigo, terminaremos el año escolar, después conseguiremos una casa cerca de la escuela, lo resolveremos todo.

Agacho un poco la cabeza, pensando en lo que está diciendo, quiero aferrarme a eso con fuerza, pero no quiero empujar a Kara hacia algo para lo que no está preparada. No quiero que lo haga porque piensa que es lo correcto y es la única forma de protegerme.

- Realmente me amas, ¿No? - vuelvo a mirarla, queriendo verlo en sus ojos.

- Más que nada, eres todo lo que me importa.

Me encanta, pero también me asusta, mi padre también amaba a mi madre así, es un miedo que tengo y lo digo en voz alta. - Mi padre también amaba a mi madre más que a nada en el mundo, Kara.

- No, lo siento, no estoy segura de creer eso

- Lo viste, no siempre fue así, no fue el mejor padre, pero no era así antes de que ella muriera.

- Lena, si dejas está tierra y me dejas atrás, sería miserable, probablemente no querría vivir. ¿Pero sabes que? Si me dejas con nuestra niña, pasaría toda mi vida criandola de la mejor manera. Asegurándome de hacer las cosas bien por ella y por ti. Asegurándome de que todo lo que hiciese te haría feliz y orgullosa de mi. Dejarías está tierra sabiendo que les daría todo a nuestros hijos, no tendrías duda de eso. No hacer eso, no ocuparme de los bebés que hicimos juntas, significaría no que no te amaba, que no lo significabas todo para mí. Porque si algo significa tanto para ti, entonces significa lo mismo para mí. Si fuese él, me aferraria a cualquier cosa que me recordara a la mujer que ame.

Eso me hace llorar incluso más, Kara me acerca a ella, sosteniendo me mientras sollozo contra ella, tomándolo todo por mi.

- ¿Vas a venir a casa conmigo? ¿Hacerla también tu casa? - pregunta finalmente

- Estoy en casa - contesto, es cierto, en donde esté esta mujer, es mi hogar.

Lentamente vuelve a dejarme en mi lado del auto, poniéndome el cinturón de seguridad, después limpiandome el rostro que cualquier recuerdo de las lágrimas, y me da un suave beso.

- ¿Crees que tus madres estarán bien con esto? - pregunto, insegura.

No quiero molestarlas, desde el poco tiempo que las he conocido, han llegado a significar mucho para mí. Han hecho tanto por mi que no quiero excederme o entrometerme en sus vidas.

- Incluso si no lo estuviesen, que lo estarán, conseguiremos nuestro propio lugar, he ahorrado un montón de dinero trabajando, pero estarán bien con que te quedes con nosotras, de hecho mamá Sam estará muy feliz - asegura con una sonrisa, eso me hace sonreír, me encanta su madre - La única pelea que podamos tener es sobre si deberías dormir en mi habitación, nuestra habitación - corrige.

- ¡Kara! No puedo dormir en tu habitación - se que tienen una habitación de invitados, simplemente pensé que sería ahí donde me quedaría.

- ¿Ves? La pelea ya ha empezado - dice mientras volvemos al camino - cariño, dormirás en mi cama y se acabó.