Capitulo 24

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Lena POV

Esta un poco oscuro mientras camino de puntillas hacia la habitación de Kara. Giro silenciosamente la manilla y abro la puerta, cerrando la y poniéndole el seguro detrás de mi. Cuando me arrastro sobre su cama veo que está durmiendo, parece muy tranquila, apartó las sábanas y me deslizó debajo, presionando mi cuerpo contra el suyo. Gira el cuerpo hacia mi, abrazándome mientras murmura en sueños, tengo que morderme el labio para evitar reírme, porque es muy adorable, me inclino hacia ella, dándole un beso en la mandíbula y se mueve.

- ¿Lena? - pregunta con la voz un poco ronca - pensé que estaba soñando

- No podía dormir - susurro, pegándome más contra ella

- Ahhh, cariño, también te echaba de menos, pero estaba tratando de darte un poco de espacio

- No quiero espacio entre nosotras - respondo, volviéndola a besar ahora en el cuello.

Siento si erección contra mi estómago, y late con cada toque de mis labios. El calor entre mis piernas aumenta y la quiero, no, la necesito, fue un día duro pero no tanto como ella en estos momentos y todo lo que he hecho es acostarme en la cama y repetirlo una y otra vez. Quería alejar los recuerdos y se que Kara lo hará por mi, me hará olvidar todo lo malo y sentir solo lo bueno.

- Te necesito - susurro.

Me gira y lentamente sube sobre mi, estoy vistiendo un camisón de noche y me lo sube, revelando mis bragas. Coloca su mano entre nosotras y baja la cintura de su shorts y saca su miembro, aparta a un lado mis bragas y mete su miembro en mi en un movimiento fluido. Mi humedad le ayuda a deslizarse todo el camino y ella se mantiene allí, gimiendo en mi oreja.

- Mierda, estás tan caliente y suave - suspira con fuerza en mi oreja.

Aún estamos vestidas y comienza a entrar y salir de mi, haciendo que mi dolor por ella aumente, no hay mejor sensación que estar llena de ella, de su amor.

- Te amo tanto, vas a ser mía para siempre, mi esposa, la madre de mis hijos, todo.

Cierro los ojos, aferrándome a ella, sus palabras son exactamente lo que quiero - También te amo, Kara - aseguro, besándole el hombro.

Mi clímax aumenta mientras se agacha y chupa mi pezón. Tengo que evitar gemir mientras me corro rápido y duro a su alrededor. Aprieto su eje, aumentando su agarre sobre mi y las olas de placer recorren mi cuerpo. Su caliente corrida me llena y late a su alrededor, incluso más excitada por su liberación. Nos besamos suavemente mientras nos tranquilizamos e intentamos recuperar la respiración.

- Quiero quedarme aquí está noche - pido, acariciando su nariz con la mía

- Entonces aquí es donde te quedarás - responde suavemente, mirándonos, sin salir de mi.

Descanso sobre su pecho y cierro los ojos, el sueño me llega pronto. Ahora estoy con ella y se que estoy segura, las preocupaciones del día han desaparecido.

Kara y yo volvemos a hacer el amor dos veces por la mañana antes de salir de su habitación y volver a la mía. No quiero ser irrespetuosa con las madres de Kara y su generosidad, así que con suerte, podemos ser discretas, podemos tener lo mejor de ambas cosas. Porque ahora que la he tenido, no creo que pueda pasar una sola noche sin estar en sus brazos.

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