No es un sueño

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Los rayos del sol entraban por la ventana pegándole en todo el rostro, abrió los ojos lentamente para acostumbrarse a la luz de la habitación.

Se restregó los ojos para hacer desaparecer la pesadez en ellos y se sentó en la cama.

—Maldita resaca —se quejó poniendo una mano en su cabeza cuando un fuerte dolor de cabeza se hizo notar.

Se preguntaba cómo estarían sus amigas, puesto a qué ellas eran peores bebiendo que él.

Se levantó de su cama y fue directo al baño, hizo sus respectivas necesidades y luego de lavarse la cara y cepillarse los dientes, salió de su habitación mientras revisaba su teléfono.

Un mensaje en particular hizo que la sangre se le bajara por un momento.

Señor café <3
¿La resaca es bonita o tuviste suerte?
7:32 a.m.

Los recuerdos de la noche anterior que incluían a cierto alfa llegaron como balde de agua fría.

Estúpido. Se dijo a si mismo por actuar tan patéticamente delante del alfa.

Dongmin:
La primera opción pega más conmigo.
10:27 a.m.

Señor café <3
¿Quieres que vaya a verte?
10:27 a.m.

Dongmin:
Me gustaría, pero no quiero molestarte :c
10:27 a.m.

Señor café <3
No me molesta, si te sientes mal no puedo solo quedarme sentado sin hacer nada.
10:28 a.m.

Estaré ahí en 10 minutos.
10:28 a.m.

Dongmin:
Está bien, aquí te espero :)
10:29 a.m.

El omega dejó su teléfono en la mesa y se tiró en el sillón para tomar un cojín y soltar un grito de entusiasmo, ¡Bin se preocupó por él y dijo que iría a verlo! Al parecer su actitud desvergonzada había dado frutos.

De repente, recordó algo.

—Mierda —exclamó cuando vio el desorden que había por todos lados.

Zapatos por doquier, empaques de comida instantánea en la mesa y otras cosas más que estaban regados por todos lados.

¿Estaba que se moría? Sí, pero no podía permitir que el alfa viera todo ese desorden.

Rápidamente llevó los zapatos a su cuarto, botó todo empaque de comida y acomodó las cosas que estaban desorganizadas.

No lo juzguen, se la vivía trabajando y su día libre lo usaba para dormir o ver alguna serie, limpiar siempre era la última opción en sus planes.

Luego de unos minutos el timbre sonó, asustando al omega.

—Tranquilo Dongmin, actúa normal —trató de calmarse.

Fue a la puerta y la abrió, encontrándose con el alfa quien sonrió al verlo.

—Hola —saludó el alfa.

—Hola —respondió casi al instante, avergonzándose segundos después por sonar intenso—. Umh, ¿quieres pasar o ya te tienes que ir?

—Hoy no tengo que ir al trabajo, quise pasar el día contigo —informó, poniendo más nervioso al omega—. Si quieres, obviamente.

—Me gusta la idea, pasa —se hizo a un lado para que el alfa pasara, este se quitó los zapatos en la entrada quedando en calcetines.

—Te traje sopa, sigue caliente —dejó la bolsa en la mesa.

—No tenías que hacerlo, pero gracias —dijo mientras destapaba el tupper para luego tomar la cucharilla.

—Sabía que despertarías mal, por eso quise hacerte un poco de sopa —informó, recordando la cara de la señora Lee al verlo cocinar.

—¿La hiciste tú? —preguntó sorprendido, llevándose una cucharada a la boca.

—Mjum, las sopas no son mi fuerte, pero espero te guste.

Si esto no es su fuerte no me imagino en él algo en lo que sea experto, pensó al probar la sopa.

—Está deliciosa, en serio —admitió—. Podría compararla con la de mi mamá, y su sopa es exquisita.

—Me alegro que te gustara —respondió con una sonrisa.

Siguieron hablando sobre otras cosas mientras Dongmin terminaba de tomar su sopa, pero luego el teléfono de Bin sonó, Seungkwan lo estaba llamando para que fuera a la empresa.

—¿Tienes que trabajar mañana? —le preguntó el alfa mientras se colocaba los zapatos.

—Nop, se supone que mañana es el día que tengo libre porque trabajamos de lunes a sábados, pero ayer fue el cumpleaños de mi jefa y nos pasamos un poquito con el soju.

—De ser así, mañana volveré.

—¿Qué? —no pudo evitar decir.

—¿No quieres? —preguntó algo desilucionado.

—¡Sí quiero! —se apresuró a decir—. Quiero decir, si me gustaría, pero me dijiste que te levantas temprano y yo me levanto casi al mediodía —admitió apenado, haciendo sonreír al alfa.

—Puedo tomar algún jugo y esperar a que te despiertes, solo quiero estar contigo.

El corazón de Dongmin se aceleró y sus mejillas estaban rojas, esas simples palabras formaban un caos en su interior.

—Trataré de levantarme temprano por ti, lo prometo.

—No tienes que hacerlo, puedo esperar.

—Yo quiero hacerlo, no me molesta —aunque eso significara tener que renunciar a sus horas de sueño, el omega estaba dispuesto a levantarse temprano para que Bin no tuviera que esperarlo, podría dormir después.

El alfa le sonrió y se acercó a dejar un beso en la frente, justo como ayer.

—Gracias por venir —agradeció nuevamente Dongmin.

—No me tienes porqué agradecer —le respondió tomándole ambas manos.

El omega le sonrió tímidamente, haciendo que el alfa cayera más por él.

—Si me sonríes así haces que no me quiera ir —se quejó sacándole una risa al omega.

—Bueno, yo no tengo problema con eso, pero por lo que sé, eres el jefe y si te llaman es porque es importante, tengo que dejarte ir.

Me voy si me das un beso, quiso decir Bin, pero aún era muy pronto para eso.

—Manejas con cuidado —le dijo el omega cuando el alfa se iba.

—Lo haré —le prometió con una sonrisa—. Es mejor que entres, no creo que quieres que te vean en pijama.

El omega lo miró confundido hasta que miró su ropa, que solo consistía en una camiseta unas tallas más grandes que él y un short que no se veía por la camisa.

—Te ves muy lindo así en mi opinión, no te avergüences —le dijo el alfa antes de meterse en el ascensor.

Dongmin entró a su apartamento y se dio un golpe en la cabeza.

¿Cuándo será el día que deje de hacer el ridículo?

5/7

Ice Coffee | BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora