— No puedes vivir toda tu vida escondida, debes salir de este lugar — me susurro Linda arrodillada frente a mí, sus ojos estaban llenos de lágrimas y su uniforme de enfermera manchado de sangre, ella era como yo, pero fingía entre un montón de batas blancas, igual que un lobo se disfraza entre los corderos, pero en este caso ella no podría atacarlos ni devorarlos, debía esconderse, aquí la comparación aplicaba a Linda, pero al revés, donde ella era un cordero disfrazado de lobo que intentaba no ser devorado.
— No puedes pedirme eso si tu misma vives una mentira — la mire, no podía creer que hiciera esto, todo sin consultarme y arrastrándome hacia algo peor que la muerte.
— Por eso te estoy dando la oportunidad de escapar, el camino está libre, la pulsera en tu brazo desactivada, con un solo pensamiento podrías hacer que se suelte de tu muñeca y salir sin que nadie te preste atención — su desesperación era algo que jamás vi, en los 17 años que llevaba encerrada en estas paredes blancas con celeste, no parecía ella o quizás conocía algo que la aterraba, por eso llego a ese punto, donde Linda después de esto, no sería más que comida para los lobos.
Me levante de donde estaba agachada, Linda me vio desde el suelo, aun arrodillada, mientras iba hacia la puerta, las alarmas y las luces rojas estaban activadas, provocando afuera un caos de cientos de adolescentes corriendo, atacando a guardias y doctores, siendo apuñalados, disparados o hasta electrocutados por aquellas personas que habíamos visto toda nuestra vida modelando por los pasillos de esa institución, los habíamos visto junto a nosotros mientras estábamos en un camilla, siendo pinchados, electrocutados, cortados o llevados a nuestro limite hasta que el desmayo era nuestra única escapatoria, a parte de la muerte.
Recordé a Dylan, mi hermano, hoy cumpliría 12 años, no pudo debido a que la muerte lo alcanzo en una mesa mientras cortaban su cuerpo para probar su nivel de regeneración, no resistió, su habilidad había despertado a penas cuando tenía 10, muy poco tiempo para que alguien domine su poder, en especial uno como el suyo, que era más de lo que pensaban.
Seguí viendo el caos a través de la ventana que tenía la puerta, seguía siendo todo rojo y la sangre corría por todos lados, los gritos se comenzaron a escuchar una vez que abrí la puerta y sentí la mirada de Linda nuevamente tras de mí, antes de salir me giré hacia ella.
— Dime solo una cosa Linda. — ella me miro, aun con lágrimas en los ojos y con una expresión de confusión — ¿qué fue lo último que dijo mi hermano antes de morir en tu camilla? — temor, fue lo único que me mostro.
Linda no lo sabía, pensaba que me conocía y a mis limites como todos los idiotas doctores de este lugar, ¿ver sueños y moldear metal? eso solo era una migaja de lo que yo podía hacer, todo este tiempo estuve apartada de todos como la marginada y olvidada por ser poco importante para los bata banca. Se equivocaron conmigo.
— Yo... — Linda temblaba, la seguí viendo y me agaché a frente a ella.
— Vi las memorias del cadáver de mi hermano en la morgue, o mejor dicho, en ese lugar donde simplemente tiran lo que queda de los cuerpos sin vida de tantos niños que traen aquí — su cara era de terror, miedo, su mandíbula temblaba y de sus ojos cada vez salían más lágrimas. — ¿No te cansas de ser una traidora?
— No quise hacerlo Nina, no deseaba que el muriera. — dijo casi susurrando, su voz entrecortada y no logro contener más sus lágrimas, vi su mente para saber si lloraba por ella o por mi hermano, y efectivamente a esta mujer, que considerábamos una de los nuestros, solo le importaba ella.
— Eres una estúpida traidora — fue lo último que le dije antes de elevarla en el aire, el brazalete de mi brazo quedo en el suelo y salimos de esa habitación, ella había matado a mi hermano, ella se había creído una doctora y había querido revelar los misterios y límites de la habilidad regenerativa de la persona más importante para mí, se lo fue ganando poco a poco hasta que lo llevo a solas a un cuarto exploratorío y lo diseccionar mientras estaba despierto. Recordé cuando vi eso en sus recuerdos, primero su emoción por estar con Linda comiendo postres, luego sus gritos de agonía cuando le pedía que se detuviera en cada corte, sentí su dolor, su sufrimiento, su ira, escuche sus gritos en mi mente junto a las suplicas de que Linda lo soltara. Hasta que no pudo más y sucumbió, y su ultimo pensamiento, antes de quedar en un silencio abrumador fue "Lo siento, Nina".
La saque de ese cuarto en el aire, aun consciente y la hice repetir esa escena en su mente, una y otra vez, vería la muerte que causo a un ser que solo deseaba la libertad. Cuando puse un pie en el pasillo todo se calmó, los gritos y disparos, cualquier sonido se apagó y fui el centro de atención, entonces moví la mano y los brazaletes de los demás adolescentes en esa sala sonaron al tocar el suelo, allí inicio la verdadera lucha.
Nadie se limitó esa noche, todos usaron sus habilidades al máximo y yo, deje a una traidora, guindada desde los pies en la entrada de ese edificio, con un bucle de recuerdos de la tortura que más le atormentaba, mi hermano viviría siempre en su mente.
Todos nos alejamos de ese lugar de tragedia y dolor, todos se alejaron de mi cuando llegamos al límite de la ciudad alegando que había asesinado a la libertadora — si supieran — y se dirigieron a la ciudad, tiempo después vi que se habían dividido, buscado ropa que no delatara su procedencia y se habían ido de la ciudad en busca de algo mejor, esperando no ser capturados por alguna otra organización y manteniendo un perfil bajo, la mayoría tenía entre 15 a 17 años y algunos lo estaban logrando. Después de ese día yo fui en dirección contraria a ellos, me dirigí al bosque y reconstruí una cabaña abandonada, pasaron 3 años de paz, pero en la noticias aún recordaban la noticia del Laboratorio Oxion Box para Adolescentes Especiales, donde la sociedad sabía que había niños que sucumbieron a un trágico incendio, eso fue lo mejor que se les ocurrió al gobierno, nosotros no causamos ningún incendio, evite que Liam lo hiciera, el fuego que producía su habilidad hubiera hecho ese lugar cenizas esa noche, pero lo dejamos intacto para que vean lo que podíamos hacer y que no nos buscaran. Al parecer había funcionado. Me mantenía al tanto de la mayoría de los que habíamos escapado a través de visiones, mi habilidad consistía en eso, en el universo, podía ver todo lo que estaba en él, sea tangible o no, y de la misma manera lo podía manipular.
Esa noche en el porche de la cabaña, mientras veía las estrellas, escuche un sonido de los arbustos, me levante y sentí una presencia conocida. En cuanto una silueta masculina se hizo presente y se desplomo al final de mis escaleras no podía creer lo que veía.
— Liam — fue lo único que pude susurrar mientras me acercaba a él, estaba ensangrentado y con rastros de... ¿hielo? — ¿Porque...?
— Volvieron. Ellos. Son más fuertes y son de los nuestros Nina. — fue lo último que dijo antes de desmayarse, lo lleve dentro y trate sus heridas en el sofá de la sala, el hielo lo había quemado, pero no era hielo común.
¿Mas fuertes? ¿Volvieron? entonces decidí ver lo que pasaba y el caos se había sembrado nuevamente, otra vez nos seguían, nos capturaban y nos aislaban en un límite donde mi mente no llegaba, a eso se refería con "más fuertes". Las memorias de Liam me mostraron parte de eso, al parecer se logró escapar, pero dejo atrás a Mia, su novia, no logro tomar su mano cuando escapaban, aunque la paso muy mal, uno de los nuestros, con habilidad de hielo casi lo mata. Pero lo más raro es que cuando terminé de ver esa visión, las estrellas aparecieron y una voz que no reconocí susurro mi nombre.
— Ahora les ayuda alguien como yo... — dije en un susurro, mientras mi corazón palpitaba desenfrenado ante la idea de que alguien así lograra encontrarme.
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Todos tiene algo que contar.
General FictionEste texto es una colección de mini historias, para todos aquellos que desean distraerse brevemente con relatos cortos, algo que los intrigue y los impulse a imaginar un mundo diferente donde todo y a la vez nada es posible. "Por muy roto que estes...