Jungkook se levantó muy temprano al día siguiente, habiendo dormido bastante poco. Su mente había divagado en el giro que su vida había dado en los últimos días gracias a un omega precioso de ojos azules y un pequeño niño que sin querer ni buscarlo, se habían robado su corazón por completo.
Cepilló sus dientes y cabello, que lo tenía un poco largo en el último tiempo y se le formaba unos pequeños rulos al final. Quizás se lo cortaría pronto.
Ese día le tocaba guardia muy temprano en la mañana, siendo aún de noche. Una vez que tuvo todo listo, su ropa para cambiarse y maletín en mano, bebido un café bien cargado, tomó una inspiración y abrió la puerta de la habitación donde se encontraban Sungmin y Jimin, aún dormidos. Sonrió para sus adentros, porque verlos ahí hacía su corazón latir con fuerza.
Decidió no molestarlos, y emprender su camino hacia el hospital. Miró su reloj de muñeca y le queda poco tiempo, así que cerró la puerta y se dirigió hacia su automóvil. Tanto Jimin como Sungmin debían ir también al hospital, para que el pequeño recibiera su última revisión lo cual no sucedería hasta cerca del medio día que era la hora en la que podrían hacerle los exámenes necesarios para ello.
Jimin y Sungmin irían en taxi cerca de la hora que ya habían pactado con Jungkook, habiendo dejado este dinero para movilizarse. Antes de irse, el alfa se aseguró de que hubiera todo para que sus- los chicos pudieran desayunar a gusto.
Una vez que llegó al hospital, dejó su automóvil en su lugar, fue hasta su locker y procedió a cambiarse para comenzar con sus rondas, teniendo algunos niños que necesitaban ser visitados por él para ver su evolución desde la última vez.
Jungkook amaba su trabajo, para el cual había estudiado duro durante mucho tiempo. Una de las partes más bonitas era encontrarse con esas pequeñas caritas que lo miraban, algunas, con alegría y anhelo y otras con recelo y cuidado.
De las partes más difícil eran aquellas en las que sus turnos comenzaban con complicaciones o incluso haber perdido alguno de sus pacientes, lo cual hoy no había ocurrido ninguna, pero sí estuvo muy atento a una niña de dos años que había desmejorado durante la madrugada.
Durante lo que llevó sus rondas, Jungkook se concentro, casi obligó, a no pensar en Sungmin ni en Jimin, por más que quisiera pues si deber era para sus pacientes en ese momento y no para que su mente se adentrará en una ensoñación en dónde construía una pequeña familia con ambos chicos. No, ese pensamiento era para después.
La mañana sucedió rápido para el alfa, y a media mañana tuvo un pequeño descanso para poder desayunar algo más que un café se dirigió hacia la cafetería para comprarse un sándwich y algo de beber, y tan solo llegar se encontró su omega amigo. Jin estaba en la misma situación que él, esperando para poder desayunar.
—Hey, Jin —saludó el alfa, llegando al lado del castaño. Su amigo levantó la vista de su teléfono celular y le dió un grato saludo.
—J, ¿Cómo ha estado esa guardia? —preguntó luego de un corto abrazo con el pelinegro.
Jungkook se encogió un poco de hombros y tomó el sándwich frente suyo y una botella de agua.
—Bien, supongo. Tengo una pequeña de dos años que vigilar de cerca, pero tengo certeza de que mejorará durante el día —dijo, mientras pagaban lo que consumirían.
—Oh, me apena oír eso. Estoy seguro de que podrás hacer algo por ella.
Cuando se encontraban en la etapa de elegir especialización, Jin no podía comprender cómo Jungkook podría hacer para ver tantos niños enfermos todo los días y no llegar enfermo a casa, fue por eso que él eligió la carrera de emergentología. Tiempo después, coincidieron en ambos tener la suerte de trabajar en el mismo hospital pero aún así nunca habían dejado de ser amigos durante lo que llevó completar sus estudios.
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a christmas baby 𐙚 kookmin.
RomanceEn la pirámide de una sociedad sexista, los omegas son el último escalafón de la cadena. La sociedad religiosa de Busan pondera el alfa y omega bien casados y marcados, donde no hay lugar para la inmoralidad. El alfa Jeon Jungkook, médico pediatra...