Una noche para pensar

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Rapunzel estaba acostada en su cama junto a Eugen, ella no podía dormir, al parecer desde que se fue Cassandra; a padecido de un insomnio severo, a pesar de que su amiga apenas tenía unos meses desde su partida; la extrañaba más que a nada.

miro su mano en el cual se posaba un anillo de compromiso, se iba a casar, aunque aún faltaba como un año, no querían apurarse; querían planear bien la boda y tomarse su tiempo a petición de cierta castaña.

Rapunzel no podía dejar de pensar en Cassandra, de cierto modos eso también la hacía durar sobre su cercano matrimonio con Eugen, dio vueltas en la cama tratando de dormir pero en su mente solo se repetía "Te amo Rapunzel" una y otra vez, fue de las últimas cosas que le dijo su amiga antes de partir, no entendía por que pensaba tanto en eso, o por qué pensaba tanto en ella, siempre se sintió diferente cuando estaba con la azabache; pero siempre pensó que era normal pues ella nunca había tenido tantos amigos como para que era algo más.

La castaña se levantaba de la cama con mucho cuidado ya que no quería despertar a su prometido, puso sus pies descalzos sobre el suelo frío y se dirigió hacia el pequeño balcón que tenía la habitación, se apoyo en el barandal mirando hacia el cielo nocturno y oscuro como sí las estrellas le fueran a dar una respuesta a este tan extraño sentimientos.

Rapunzel sabía que estaba mal ocultarle esos sentimientos a Eugene ya que ella estaba consiente de que lo que estaba sintiendo no era cualquier cosa, ella quería decirle y contarle todo a Eugen, pero algo la detenía y eso la hacía sentir culpable, no le gustaba ocultarle cosas.

La joven bajo la mirada del cielo para cerrar sus ojos, dio un suspiro pesado
-Como desearía que estuvieras aquí, quizás todo sería diferente, siempre creí que tú lugar sería conmigo pero ahora que tú no estás... Ya no se que hacer- Dijo en voz baja hablando con sigo misma evitando que alguien más la escuchara, sintió una lágrima caer por su mejilla, la brisa fría soplaba delicadamente sobre ella, una cascada había empezado a caer de sus mejillas y no sabía cómo detenerse, terminó sentada en una esquina del balcón apoyada en una pared mirando hacia la brillantemente oscura noche mientras abrazaba sus rodillas apoyando su cabeza de lado sobre ellas, aún caían lágrimas de sus ojos inconscientemente.

Sin darse cuenta llevaba un buen rato allí, ya se había calmado un poco, al menos había dejado de llorar, trato de secar sus mejillas mojadas con sus manos, se levantó del suelo, miro a las estrellas una última vez cómo deseando o esperando algo, suspiro resignada volviendo a la cama de forma silenciosa, se recosto esperando esta vez tener mejor suerte y poder dormir un poco, en unas horas saldría el sol y tendría que cumplir sus deberes cómo princesa, no podía evadir los, sin más; cerró los ojos y con mucha fuerza de voluntad, logró quedarse dormida.


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HOLI A TODOS! esta es mí primera vez haciendo una historia así que espero haberlo hecho bien, perdonen sí tengo faltas ortográficas o errores al redactar, tengo pensado que esta historia no sea muy larga o al menos eso espero, a mí me gustan mucho los detalles así que tendrá bastante trasfondo. Para no hacerles tan largo esto, sin más que decir, espero les haya gustado este primer capítulo y les gusten los demás, ojalá esta historia tenga apoyo, eso es todo, adiós! 💗

Good luck, babe! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora