Capítulo 3

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Hiromi Akashi |•

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Hiromi Akashi |

Llevo mis manos en su cabeza, entierro suavemente si dedos por las hebras de su cabello largo, pone las manos en mi cintura, no deja de mirarme.

-Ran. - le jalo el cabello, bajo el rostro un poco pasando mi lengua por sus labios.

Muevo las caderas chocando mi sexo con el suyo, jadea en mis labios, se apoya con las palmas sobre la cama, llevo una de mis manos hacia abajo, tomando la polla dura, quiere cerrar los ojos pero lo tomo con fuerza del cabello.

-Mirame Ran - me abro más llevando la punta hacia mi entrada. - Disfrútalo bien maldito.

Muevo la cintura en círculos mientras la cabeza de su polla está en mi entrada, empujó su cuerpo en la cama.

Tiro la cabeza hacia atrás mientras me entierro el tronco duro que me hace tener un escalofrío, suelto un gemido alzando la pelvis para abrir mis propios pliegues.

Me quiere tocar pero lo manoteo, empieza a moverme despacio mientras me abro más, bajo a su pecho y le sonrió.

- Te odio, Hiromi - me toma del cabello y me apega más a su cuerpo saco la lengua buscando que abra los labios. - Odio lo que me haces sentir.

Pega sus labios a los míos, me sigue el beso que se mezcla con la sangre que le sale mientras lo muerdo a mi gusto, mueve las caderas para embestirme, blanqueo los ojos, el momento que pierdo el dominio nos gira, queda sobre mi, me toma de la cadera y me penetra con fuerza.

Sigue aferrado a mi cabello, elevo la cadera recibiendo los empellones que me ponen a mil, el pulso se me acelera y solo pierdo la razón. Le ronroneo en el oido mientras se prende en mi oreja, gimo lento y agudo, empieza a besarme toda la mandíbula, nos volvemos a besar.

Paso mis brazos por su cuello acercándome más mientras saca y empuja la polla que me pone a sonreír, baja a mi top y como puede se aferra a mis pechos, los sentidos se me pierden.

- Me gusta así - cruzo las piernas en su cintura mientras se mueve lento y profundo. - Así, si.

Abro la boca con la falta de aire que empieza atacarme, se apoya con sus codos dejando el rostro cerca del mío, sus ojos me observan mientras empiezo a dar los primeros espasmos, sigue lento y me encanta así.

Alzó una de mis manos aferrándose al collar que tiene puesto, me llevo el dije a la boca, su cabello está mojado que cae algunos es su frente y aún lado mío, alzó más mi pelvis recibiendo los empellones.

Mi cuerpo se calienta más, siento pronto mi orgasmo que me centro en él, mis ojos se pierden en la imagen mental de Haruchiyo. Los ojos azules y el cabello rosado, las cicatrices que se ensanchan al reír de una manera tierna que me indica que puedo correrme.

-Haru - suelto mi orgasmo que me lleva a un limbo.

Mi realidad vuelve cuando Ran se levanta sin salir aún de mi, tira el cabello hacia atrás lleno de sudor, me toca el vientre que está abultado y se levanta.

Me sostengo de mis codos, por lo visto fui la única que termino, me acomodo la ropa, y el se va al baño, me limpio con toallas húmedas que tiene, abro una de sus gavetas de la mesita de noche y lo encuentro lleno de condones, era de esperarse ese imbécil es más mujeriego que la palabra. La cierro y me levanto, me coloco los tenis y lo miro salir.

- Sal por la puerta de atrás, si no Rindou no te va a dejar ir - me habla molesto.

-¿Porque estás enojado? - me acerco. Trato de tocarle la espalda pero me detiene al empujarme con rabia, me toma de cuello.

Sus ojos violetas se oscurecen como si quisiera matarme.

- Ni siquiera cogiendo conmigo puedes olvidar a ese idiota - aprieta más - ¿Acaso es mejor que yo?

Le sonrió, ¿Está celoso? Bueno la verdad es que con su cara no creo que me hubiera corrido.

- Deja tus payasadas, sabes bien que tienes novia ¿Y celas a su amiga por otro?

- Ojalá fuera "otro" pero es tu hermano, algo ridículo.

- Como sea - me suelto de su agarre - No vengas a molestarme en mi casa, ya te lo dije no me importa si el mundo se entera de mi secreto, pero si hablas le diré todo a Rena.

Abro y cierro con fuerza, bajo rápido por la parte trasera, pido un taxi y mando la dirección, el cuál tarda unos minutos pero llega, cuando estoy frente a mi casa bajo y pago, observó a Takeomi quien viene con Wakasa.

Me escondo, no quiero que me mire ese idiota, tardan unos minutos más hasta que por fin, entro detrás de Takeomi quien me mira con confusión

-¿Hiromi? ¿Que haces afuera a esta hora?

- Salí por emergencia, una amiga mía me necesitaba urgentemente.

- Bueno, pero para la próxima no te vayas sola - me acaricia la mejilla - Es peligroso.

- Bien - me separó - nos vemos, feliz noche.

Asiente, subo a mi habitación y cierro despacio, enciendo la luz y lo primero que encuentro es a Haruchiyo sentado en mi cama con el traje lleno de sangre. El rostro lo tiene manchado de lo mismo.

-¿Dónde estabas? - me habla serio.

- Mi amiga, la que te conté me llamo para que fuera a verla, estaba muy mal con lo que le pasó en la tarde - hablo tranquila.

- Mentirosa.

- Es la verdad.

Se levanta, su altura sobre sale de la mía, y con sangre en el rostro me da miedo.

- ¿Dónde estabas? No me mientas

- Ya te lo dije, con mi amiga. - me mira enojado - ¿Porque estás ensangrentado? El olor a sangre me da asco.

Me alejo para ir al baño, solo tomo la toalla pero entra y cierra, empieza a desnudarse, me jala de la muñeca y me estampa en la pared de la regadera.

Abre el glifo y el agua empieza a caer en su cuerpo, toma la toalla y lo tira afuera, cierra la puerta de donde estamos y me agarra del cuello.

- Eres experta en mentir - busca mis labios - Mentirosa.

- Que no estoy mintiendo.

-¿Entonces porque tienes un chupetón aquí en el cuello? Yo no lo he hecho - se me baja la presión - Yo sé cuando lo hago y cuando no, y nunca te he hecho esto.

- Haru... - me interrumpe mientras me besa.

- Cállate, solo vas a seguir mintiendo y lo detesto por qué termino creyendote ciegamente- me carga con su otra mano.

Se mete entre mis piernas mientras me sigue besando, me muerde el labio con dureza y se aleja.

- Espera - me baja, desabrocha la bragueta del pantalón, junto al boxer dejando todo al descubierto.

Me obliga abrir las piernas sintiendo su dureza, abre mis pliegues con su pene y se entierra con fuerza en mi. Me muerdo los labios para que nadie escuche.

- Hermanita - apaga la regadera y pasa la lengua por mis ojos - Deja de llorar porque me calientas más, mentirosa.

Alza mi pierna derecha a su cintura para abrirme más y me embiste sin remordimiento, jadeo sin poder detenerlo.

- ¿Con quién estabas? - vuelve a embutirme que me hace perder el aliento.

- Con...mi amiga ah - gimo en sus labios.

Me toma de la cintura y me carga, sigue con la misma intensidad de embestidas que me hacen mal, porque ahora no tengo miedo ahora me gusta.

- Te voy empalar tanto - me muerde un pezón sobre la tela de mi top - Para que recuerdes y te quede claro que soy el único que te toca y te folla, hermanita

Los gemidos son graves y ni siquiera me importa, solo me concentro en recibir mas, más y más de sus embates que me hacen temblar de placer.

Llenos De Lujuria | Sanzu HaruchiyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora