Planeta X-60
Lira se dirigió hacia la residencia del Maestro Malude, su corazón lleno de preocupación y determinación. Había escuchado que el Maestro Malude había sido gravemente herido durante el ataque de los aliens gamma, y sentía la necesidad urgente de asegurarse de que estaba bien.
Al llegar a la entrada de la residencia, Lira fue recibida por los guardias, quienes la reconocieron de inmediato y la dejaron pasar con respeto. Con un latido acelerado en su pecho, Lira avanzó por los pasillos hasta llegar a la habitación donde el Maestro Malude estaba recuperándose.
Al entrar en la habitación, Lira encontró al Maestro Malude recostado en una cama, su rostro pálido pero sereno mientras descansaba. Una enfermera estaba a su lado, ocupada en cuidar sus heridas y asegurarse de que estuviera cómodo.
—Maestro Malude, soy yo, Lira. He venido a ver cómo estás —anunció Lira con suavidad, acercándose a la cama con una expresión preocupada en su rostro.
El Maestro Malude abrió los ojos lentamente, su mirada encontrándose con la de Lira con un destello de reconocimiento y gratitud.
—Lira, qué agradable sorpresa. Me alegro de verte aquí —respondió el Maestro Malude con una sonrisa débil, su voz llena de calidez y aprecio.
Lira se sentó junto a la cama del Maestro Malude, tomando su mano con ternura mientras le transmitía sus mejores deseos.
—He venido a asegurarme de que estés bien, Maestro. Escuché sobre el ataque de los aliens gamma y no pude evitar preocuparme por ti —explicó Lira, su voz llena de preocupación genuina.
El Maestro Malude asintió con gratitud, sintiendo el afecto y la preocupación de Lira llenar su corazón con una sensación de consuelo.
— Aunque mis heridas son graves, estoy en buenas manos gracias a la atención de estos médicos. Pero más importante aún, me alegra verte a ti y a los demás seguros después de ese terrible ataque —respondió el Maestro Malude, su voz llena de gratitud y alivio.
Lira sonrió con suavidad, sintiendo un profundo sentido de alivio al ver que el Maestro Malude estaba bien.
—Estamos seguros gracias a tu valentía y liderazgo, Maestro. Ahora, más que nunca, necesitamos tu guía y sabiduría para enfrentar los desafíos que se avecinan —declaró Lira, su voz llena de determinación y respeto.
El Maestro Malude asintió con solemnidad, sabiendo que el camino por delante sería difícil pero que juntos podrían superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.
—Enviamos señales de ayuda a los victorianos, pero no responden. ¿Sera acaso que los aliens gamma, interrumpen la señal? —Se pregunto el Maestro Malude, su voz llena de convicción y esperanza.
Con una sonrisa compartida, Lira y el Maestro Malude se unieron en un pacto silencioso, prometiendo enfrentar el futuro juntos, con coraje y esperanza en sus corazones.
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Al amanecer, Savage se encontraba una vez más en el campo de entrenamiento, listo para continuar su arduo camino hacia la maestría del estilo bestia. El sol se alzaba en el horizonte, bañando el paisaje en una luz dorada mientras se preparaba para su próxima lección con el Maestro Albeo.
El Maestro Albeo se acercó a Savage con una expresión seria pero determinada en su rostro, su mirada fija en su discípulo con un aire de expectación.
—Hoy, Savage, te mostraré un aspecto clave del poder del estilo bestia: el ataque final. Es una técnica poderosa que solo puede ser desatada por aquellos que han dominado completamente su conexión con su bestia interior —explicó el Maestro Albeo, su voz resonando con autoridad y sabiduría.
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Raing Savage®
Science Fiction#TheFallenVerse / Arco - 2: Era De Los Milagros. ❇En un remoto rincón del universo, en el planeta X-60, la llegada de un misterioso joven Victoriano llamado Raing Savage, desencadenó una serie de eventos que cambiarían el destino de ese mundo. Savag...