Diluvio - SasuSaku [Época Genin] +Neji ©Waarha

5. Ino, Rock Lee, Naruto y Hinata, parte 2

—¿En serio él hizo eso? —rio Sakura por lo bajo.

—Y no es todo, luego Hiashi sama lo castigó y Neji tuvo que limpiar toooda la villa.

Sakura casi no podía contener su risa.

En cuanto vio que quien había abierto la puerta no había sido Neji, sino Tokuma, a quien no conocía, se disculpó; pero él le ofreció ir por agua para beber y un bastón, ya que vio a la pobre chica removerse de incomodidad y dolor. Entonces, juntos fueron hasta la cocina y luego él la acompañó de vuelta a la habitación de Neji y se quedaron conversando inevitablemente sin notarlo, puesto que todo el camino hasta la cocina y de vuelta no habían cerrado la boca.

—Es agradable la habitación de Neji —pronunció Tokuma viendo a su alrededor de pronto—, es muy ordenado, es cómodo.

—¿No habías estado aquí antes?

—Nunca —confesó él con una sonrisa—, Neji no deja que nadie entre en su habitación.

Sakura se sorprendió de inmediato y no confesó que habia ido a buscar a Neji para saciar su curiosidad sobre como sabía que a ella le gustaba la moda, o que también quería disculparse por golpearlo en la entrepierna; aun cuando el no se había enojado, hecho que también le pareció extraño, porque Neji estaba haciendo demasiado por ella y ella no conocía el por qué. 

—Vaya... ya van a ser las 5am —comentó Tokuma—. Deberíamos dormir pronto, además estás adolorida, ¿de verdad no te sentías cansada?

—No hubiera sido capaz de conciliar el sueño, te lo agradezco, Tokuma san —agachó su cabeza levemente, haciéndole una pequeña reverencia en agradecimiento.

—Entonces habrá valido la pena desvelarme contigo —río él—, me iré ahora, espero logres soñar con los angelitos —sonrió mientras se reincororaba.

Sakura soltó una leve risa por ultima vez y entonces le asintió. —Descansa también, Tokuma san, ¡y gracias por el agua!

Fue el turno del chico para inclinar su cabeza esta vez y atravesar el umbral de la puerta.

—Por cierto, ¡suerte con Neji! Es un chico difícil pero dulce —finalizó cerrando la puerta tras él.

Y Sakura se preguntó por qué repentinamente sus mejillas ardían.

Apagó las velas y por fin se acomodó, cerrando los ojos. Agradecía que le hayan dado con que sujetar su pierna para caminar cuando tuviera que hacerlo, puesto que no entendía por qué, si un ninja medico la había atendido aun continuaba doliendo. Sabía que debía aguardar hasta que la articulación sanara por completo pero, aun asi era incomodo. Intuyó que sería una recuperación lenta, no comprendió como pudo lastimarse tanto al caer de lleno sobre la acera, ni siquiera un enemigo la había dejado en tal estado.

Al despertar a la mañana siguiente, fue recibida por la luz del día colándose a través de su ventana, acompañada por las gotas de lluvia aún rebotando en el cristal. Se sorprendió al notar que la lluvia finalmente se había calmado, pasando de una tormenta a una lluvia constante, al menos un poco más llevadera. Se acomodó su kimono y sujetó su bastón, dispuesta a salir finalmente. Sentía hambre y supuso que en una casa tradicional como esa, deberían estar desayunando a esta hora; no se lo perdería.

Paseó por el pasillo, observando las puertas cerradas de Sasuke, Tokuma y Neji, antes de seguir sola hasta la cocina.

Al llegar, se sorprendió al ver a Hinata ayudando a las sirvientas a preparar la mesa, mientras Ino vociferaba detrás de Sasuke. Neji y Tokuma estaban sentados uno al lado del otro mientras Naruto y Rock Lee comían como si no hubiera un mañana. Fue una vista tan inesperada como sorpresiva.