Sunshine

Cap 9: "Dear chimera...you have lost!"

El río se acercaba a la velocidad de un camión. El viento les arrancaba el aire de los pulmones. Torres, rascacielos y puentes entraban y salían de su campo de visión.

Wallace no sabia si quería gritar, llorar o reír por la pura adrenalina.
Pero de lo unico que si podia estar seguro era que esos eran sus últimos momentos y no quería que pasaran así nada más.

- Y al final, no todos llegaremos al final de esto.

- De verdad lamento no haber cumplido mi promesa. - Dijo mientras se aferraba de la mano del otro.

- Al menos estamos juntos en esto, ¿no?

Miro hacia abajo, en cuestión de segundos llegarían al su final. Percy tiro de la mano de Wallace hacia a el, para compartir un abrazo.

Su último abrazo.

Wallace desde ese momento lo supo, supo cuanto quería y cuanto le importaba aquel chico. Lastima que fuera tarde para admitirlo.

- Te quiero.

Y entonces: ¡Zaaaaa-buuumm!

Wallace no sintió ningún gran impacto.

No dolor.
Nada.

Tardo unos momentos en recobrar todos sus sentidos.

¿Así se sentía la muerte?

No era su cosa favorita a decir verdad, la pierna le seguía ardiendo y ni hablar del brazo. Al abrir los ojos noto que efectivamente, no estaba muerto, había caído al río y sin ningún daño aparte.

Ni para morirse servía.

Se apresuro a salir de allí porque le estaba faltando el oxígeno. Al salir tomó una gran bocanada de aire.

Debería estar muerto.

No pudo evitar darle vueltas a ese pensamiento el cual fue interrumpido gracias a una voz o mejor dicho voces que se acercaban.

- Wallaaace. - Grover dijo antes de darle un gran abrazo de oso (más bien de cabra) el cual él no dudo en devolver.

- Solo nos fuimos un momento y ¿cómo es posible que se metieran en problemas?

Antes de poder responder, Wallace recordó el hecho de que no había caído solo... PERCY.

- ¿...Donde esta él? - Preguntó algo desesperado.

- ¿él? - Preguntó Grover.

- Pensamos que estaría contigo... - Annabeth dijo.

Al voltear a su derecha miraron como el mismo pelinegro caminaba con la cabeza gacha para evitar a los agentes de policía y a los periodistas, los cuales estaban en todas partes.

- Peeercy - chilló Grover corriendo para darle un abrazo. - ¡Creíamos que habías llegado al Hades de la
manera mala!.

Grover jalo a Wallace y Annabeth para que compartieran el abrazo grupal.

Al separarse de tal abrazo Wallace le dirigió una mirada a el pelinegro, el cual estrecho su mano con la suya.

Annabeth intentaba parecer enfadada, pero parecía estar aliviada al verlos vivos.

- ¡No podemos dejarlos solo ni cinco minutos! ¿Qué ha pasado?

- Más o menos nos hemos caído.

- ¡Percy! ¿Desde ciento noventa y dos metros?

- Eso es una larga historia. - Añadió Wells.

- ¡Wallace! - Annabeth señaló su pierna.

- Ésa... esa no es una larga historia.

Les contaron la historia de Quimera, Equidna, el como cayeron al vacío y el mensaje de la dama subacuática.

- No puedes ignorar una llamada de tu padre. - Exclamó Grover. -Tenemos que llevarte a Santa Monica.

Antes de que Annabeth pudiera responder, se cruzaron con otro periodista que daba una noticia y Percy casi se quedo helado cuando dijo:

- Percy Jackson. Eso es, Dan. El Canal Doce acaba de saber que el chico que podría haber causado esta explosión coincide con la descripción de un joven buscado por las autoridades en relación con un grave accidente de autobús en Nueva Jersey, hace tres días. Y se cree que el chico viaja en dirección al oeste. Aquí ofrecemos una foto de Percy Jackson para nuestros telespectadores.

- Cierto. - Wallace murmuró. -Olvidé que eres famoso por estos lugares.

Se agacharon junto a la furgoneta de los informativos.

- Por aquí. - Annabeth señaló un callejón en el cual todos se metieron.

- Primero tenemos que largarnos de la ciudad - Jackson le contesto a Grover.

De algún modo, consiguieron regresar a la estación del Amtrak sin que nadie los viera.

Subieron al tren justo antes de que saliera para Denver. El tren traqueteó hacia el oeste mientras caía la oscuridad y las luces de la policía seguían latiendo a sus espaldas en el cielo de San Luis.

Ya en el tren, Annabeth y Grover se habían quedado completamente dormidos. Así que Percy reunio todo el valor para hablar con Wallace, el cual ya estaba quedándose dormido.

- Wallace.

- ¿Humm?

- ¿Puedo preguntarte algo?

- Ya lo hiciste. - No pasaron ni tres segundos antes de que añadiera. - Pero claro, haz otra pregunta.

- Cuando estábamos cayendo note que habías dicho algo, algo que no logré escuchar. - Wallace se sentó completamente bien al escuchar las palabras de Percy. - ¿Qué era?

- Oh, nada importante.

- ¿Seguro?

- Si, ahora te recomendaría dormir porque quien sabe en cuanto tiempo volvamos a tener la oportunidad de descansar.

- Descansa bien, Wally.

- Descansa, pez.