Wallace no estaba seguro exactamente de que estaban buscando. Tal vez sólo un lugar donde descansar o comer y si eso era así el no se opondría.
Había iniciado a sentirse mejor luego de haber comido esa cosa que el dios de la guerra dejó para el; solo que a veces le daba el presentimiento de que había algo mal con eso.
Mucha amabilidad, ¿no?
No Wallace, no siempre habrá algo en tu contra.
De repente se encontraron en un callejón sin salida, delante del Hotel Casino Loto.
La entrada era una enorme flor de neón cuyos pétalos se encendían y parpadeaban.
El olor que desprendía a través de sus puertas abiertas era bastante ameno para Wallace, le recordaba a los campos de flores que había en el campamento.
El portero les sonrió.
- Ey, chicos. Parecen cansados. ¿Quieren entrar y sentarse?
A esos puntos, todos desconfiaban de ese tipo de propuestas, pero el cansancio y el escuchar la voz de alguien ser tan comprensivo con ellos...
No dudaron mucho y entraron.
El recibidor entero era una sala de juegos gigante.
-¡Eh! -dijo un botones. Llevaba una
camisa hawaiana blanca y amarilla con dibujos de lotos, pantalones cortos y
chanclas. - Bienvenidos al Casino Loto. Aquí tienen la llave de su habitación.
-Esto, pero... - Percy masculló.
-No, no -dijo sonriendo. - La cuenta está pagada. No tienen que pagar nada ni dar propinas. Sencillamente suban a la última planta, habitación cuatro mil uno.
Les entregó a cada uno una tarjeta de crédito verde.
Wallace sabia que tenía que tratarse de un error, el error más bonito que le habia sucedido, eso estaba claro.
Aceptó la tarjeta y preguntó:
-¿Cuánto hay aquí?
-¿Qué quiere decir? -inquirió con ceño.
-Quiero decir que... ¿cuánto se puede gastar aquí?
Se rió.
-Ah, estaba bromeando. Bueno, eso mola. Disfruten de su estancia.
- Vaya, eso fue... raro.
-Raro pero -exclamó Annabeth. - Este sitio es...
-Genial -concluyó Grover. - Absolutamente genial.
Cada quien había subido a su habitación y por primera vez en mucho tiempo, se dieron una gran ducha, se cambiaron la ropa por otra que estaba en sus habitaciones y justamente de su talla...
-¿Y ahora qué? -preguntó Annabeth cuando se habian reunido. - ¿Dormimos?
-Hora de jugar - Jackson dijo mientras levantaba su tarjeta.
Wallace no tardo en perder de vista a todos, los cuatro estaban cada quien perdido en un juego.
Annabeth en juegos triviales, Grover en uno donde era cazar al cazador y Percy hacia puenting.
Ese lugar si que tenía de todo.
Él, por supuesto que se dedico a jugar Just Dance.
No recordó en qué momento había invitado a un niño a jugar con el pero se la estaba pasando estupendamente bien con el.
- Mi nombre es Nico, ¿y el tuyo?
- Wallace. - Respondió sin quitar la mirada de la pantalla.
- ¿Ya has jugado esto antes?
- Cuando era más pequeño amaba pasármela siguiendo los pasos que ponía la tv, ¿y tu?
- No, pero se jugar bien mitomagia.
- ¿mito- qué?
El niño dejó de bailar mientras ponía una expresión de sorpresa.
- ¿Nunca habías oído hablar de él?
Wallace dejo de bailar para prestarle más atención.
- No qué recuerde.
- Eso es inaceptable, ven conmigo. - Sin esperar ninguna respuesta Nico jalo de la sudadera a Wallace llevándolo a una mesa mientras sacaba de su mochila unas piezas y unas cartas.
Inicio a explicarle los poderes que tenia cada uno como cuanto tenían de defensa, cuales eran los mejores que el tenía o incluso cuales le faltaban.
- Ok, a ver si entiendo - Wallace dijo mientras miraba con atención cada cosa. - Es un juego de cartas que trata sobre los mitos griegos.
- Algo así, si.
- Mira que interesante. - Dijo mientras tomaba una carta y miraba al dios que había en ella: Apolo.
- Ése te da +30 de salud y 2000 puntos de defensa, es...
- Apolo.
- Si, exactamente.
Al instante se escucho una voz llamar al niño a lo que este dijo:
- Es Bianca, tengo que irme.
El niño inició a guardar todas las cosas en su mochila de manera apresurada, cuando Wallace le iba a entregar la tarjeta que había tomado el negó.
- Tengo una extra así que puedes quedartela.
- Oh no hablas enserio.
- Lo hago, además es un regalo. - Nico exclamó. - ¿Quién no acepta un regalo?
- Bien, tu ganas. - Wallace miro la tarjeta detenidamente. - La cuidare con mi vida.
Ambos se despidieron y cuando el niño se fue, Wallace inicio a vagar por todos los juegos con su carta guardada en el bolsillo.
No tardo en volver al Just Dance y volver a jugar con la última canción que estaba sonando.
Ya iba a terminar cuando tres chicos se le acercaron, haciendo que perdiera su juego perfecto.
- ¡Hey!
- Wallace, tenemos que irnos. - Grover dijo.
- ¿Irnos? ¿Porqué? Acabo de recordar cual era la canción que quería bailar después de esta, la cual arruinaron.
- Este sitio es una trampa. - Dijo Annabeth.
Wallace no respondió a lo que Percy lo sacudió ligeramente.
- Debemos irnos, Wally.
- Pero...
- Aaron.
Se estremeció al escuchar su segundo nombre y le aclaro la mirada.
- Sabía que funcionaria.
- ¿Porqué eso es algo de disgusto? - Inquirió Grover.
- En primera, es un crimen ponerme un nombre que no combina con el primero y el dolor de cabeza que tuve de niño al tener que escribir planas de ese nombre y ser regañado por no poner doble a...
- ¿Qué te parece si salimos de aquí y luego nos sigues contando el porqué odias ese nombre, Wally? - Percy dijo mientras ponía una mano alrededor de sus hombros.
- Bien pero...
El botones del Loto se acercó presuroso.
-Bueno, bueno, ¿están listos para las tarjetas platino?
-Nos vamos -le dijo Jackson.
-Qué lástima -repuso.
Al salir todo lo que dejaban atrás: la comida, las habitaciones y los juegos se volvían más atractivos pero se quedaban sin tiempo.
Eso lo comprobaron en un calendario que habia en el quiosco más cercano, era 20 de junio.
Sólo les quedaba un día para el solsticio de verano. Un día para llevar a buen puerto su misión.
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Sunshine
Fanfiction🏹 Wallace Aaron Wells nunca imagino que su vida podría cambiar tan bruscamente en un solo día, pero estaba tan equivocado... 🏹 Wallace se consideraba un chico normal hasta que un día su vida da un giro de 360° al descubrir que... es un semidiós. ...
