Cap 1: "A bad, terrible, horrible start."

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El fin del mundo dio comienzo cuando un pegaso aterrizó en el capó del coche de Percy Jackson, o mejor dicho, en el coche de su padrastro.

Hasta ese momento estaba pasando una tarde perfecta junto a Rachel Dare.

-Y suponiendo... -dijo ella - sólo suponiendo que dos personas se
gustaran, ¿qué haría falta para que el tonto del chico besara a la chica, eh?

Su pregunta le hizo sentir como una de las vacas sagradas de Apolo: lento, bobo y sonrojado.

Percy estaba tan confuso que ni siquiera vio cómo bajaba del cielo en picado aquella mole oscura hasta que las cuatro pezuñas se estamparon sobre el capó del Prius con un sonoro ¡BRAM-POM-CRAC!

«Eh, jefe -dijo una voz en su cabeza-. ¡Bonito coche!

-Blackjack -dijo, suspirando-. ¿Pero que...?

Entonces vio a las personas que iban montando sobre su lomo y dedujo sin más que el día se iba a complicar de verdad.

-¿Qué tal, Percy?

Charles Beckendorf, el líder de la cabaña de Hefesto, y Wallace Aaron Wells su... mejor amigo desde los 11 años.

-¿Ya? -les preguntó.

A lo que Charles asintió con aire sombrío. Jackson sabía que se acercaba el momento, llevaban semanas preparándose, pero había albergado la esperanza de que no llegase a suceder.

Rachel miro a los dos chicos que estaban en Blackjack.

- Hola.

- Ah, hola. Soy Wallace y el es... mejor dejo que él se presente.

- Charles Beckendorf - Dijo con una pequeña sonrisa -. Percy nos ha contado un poco sobre ti.

Ella arqueó una ceja.

-¿De veras? Estupendo. -Le echó un vistazo a Blackjack, que pateaba con sus cascos la plancha del capó-. Bueno, chicos, deduzco que tienen que irse a salvar el mundo.

-Más o menos -asintió Beckendorf.

Percy miró a Rachel con gesto de impotencia.

-¿Le dirás a mi madre...?

-Se lo diré. Seguro que ya está acostumbrada. Y le explicaré a Paul lo
del capó.

Asintió agradecido. Supuso que aquélla sería la última vez que él le prestaría su auto.

-Buena suerte. -Rachel lo besó antes de que pudiera reaccionar-. Y ahora en marcha, mestizo. Cárgate a unos cuantos monstruos por mí.

Wallace los miró un poco...¿decepcionado?

No entendía el porqué, pero al verlos se sentía como si le hubieran dado un gran golpe en su estómago lo cual no era nada agradable.

Carraspeando un poco dijo:

- Tenemos que irnos.

- Bien, vamonos.

Rachel, sentada en el Prius con los brazos cruzados, contempló cómo se
elevában a lomos de Blackjack, que iba trazando círculos cada vez más
altos en el cielo.

- Wally... - Comenzó pero fue interrumpido.

- No tardaremos en llegar así que ponte atento.

Beckendorf no comentó nada pero lograba sentir la tensión que había entre esos dos.

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Casi había oscurecido cuando divisaron su objetivo. El Princesa Andrómeda, un crucero descomunal, destellaba en el horizonte con sus lucecitas blancas y amarillas.

A Wallace se le encogió el estómago al ver otra vez aquel barco. Habían estado dos veces a punto de morir a bordo del Princesa Andrómeda, que ahora navegaba rumbo a Nueva York.

-¿Recuerdan lo que cada uno debe hacer? -les gritó Beckendorf por encima del fragor del viento.

A lo cual los dos asintieron. Los tres habían ensayado en los astilleros de Nueva Jersey, usando barcos abandonados como blanco.

Eran conscientes de que no sería lo mismo, ahora habría enemigos reales y mucho menos tiempo.

Wallace no tendría tanto problema, cuando Jackson escucho que el vendría a la misión se negó a dejar que el se pusiera en peligro así que ahora su parte consistía en ayudar por los aires junto a Blackjack.

-Déjanos en la cubierta inferior de popa, Blackjack - Pidió Percy.

Blackjack plegó las alas y se lanzó en picado hacia el barco. volaban a una velocidad tan supersónica que
nadie dio la alarma. Bajaron disparados hacia la popa y Blackjack desplegó
las alas para posarse suavemente en la cubierta más baja.

- Buena suerte allí abajo - Dijo Wallace.

- Lo mismo te deseo - Se atrevió a decir Percy - No dejes que te vean y si las cosas se complican, no nos esperen.

- Pero...

- Escaparemos por nuestros propios medios - dijo al ver que Wells estaba por replicar.

- Solo... no se maten - Dicho esto preparó su arco y le dio indicaciones a Blackjack para retomar el vuelo los cuales acató sin problemas.

En cuanto Wells y el pegaso desaparecieron de su vista el pelinegro saco su bolígrafo de su bolsillo y lo destapó haciendo que su espada se desplegará.

- Ya estoy dudando sobre con quien te vas. - Dijo Beckendorf rompiendo en silencio.

- Oh, dioses - masculló - Ni se te ocurra hablar sobre eso.

Ahogándose una risotada le dijo:

- Anda, vamos a partir a Cronos otra vez en un millón de pedazos.

Oh, si tan solo supieran que era a lo que se enfrentaban...










━━━━━━Nota de autor ━━━━━━━

Hellou.

¿Qué tal? ¿Cómo están?

Oficialmente este es el primer capítulo del segundo acto... nunca pensé llegar tan lejos con un escrito que inició una madrugada cualquiera.

De igual manera no me arrepiento de nada.

En fin, mil gracias por leer.

SunshineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora