Era casi medianoche y habian llegado al bulevar Valencia.
El recibidor estaba bien iluminado y lleno de gente. Tras el mostrador de seguridad había un guardia con gafas de sol, y con un aspecto de chico rudo.
Percy se volvió hacia sus amigos.
-Muy bien. ¿Recuerdan el plan?
- Oh, si - Grover asintió. - El plan, me encanta el plan.
- ¿Qué pasa si no funciona? - Preguntó Annabeth.
- Improvisaremos. - Respondió Wallace a lo cual se llevó una mirada de reproche por parte de Annabeth. - Solo, seamos positivos.
- Vamos a meternos en la tierra de los muertos y ¿nuestra segunda opcion es esa?
Al no recibir respuesta por parte del chico murmuró:
- Lo siento, Wallace - le puso una mano en el hombro. - los nervios me traicionan. Confiaré en que el plan saldrá bien.
Percy frunció levemente el ceño al ver como Annabeth ponía la mano en el hombro de su Wallace.
- Todo saldrá bien. - Interrumpió Grover. - Hemos llegado hasta aquí. Encontraremos el rayo maestro y salvaremos a tu madre, Percy.
Con esas palabras en su mente, entraron a la recepción de El Otro Barrio.
El mostrador del guardia de seguridad era bastante alto, así que tenían que mirarlo desde abajo.
-¿Se llama Quirón? - Percy dijo al leer la placa de identificación que llevaba el guardia.
- Dime, ¿les parezco un centauro?
- N-no.
- Señor.
- Señor - Repitió. Se hizo un paso para atrás con la finalidad de tomar la mano de su amigo.
Agarró su tarjeta de identificación con dos dedos y pasó otro bajo las letras.
- Repite conmigo: C-A-R-O-N-T-E.
-Caronte.
-¡Impresionante! Ahora di: señor Caronte.
-Señor Caronte.
Wallace tuvo la impresión de estar siendo tratados como niños pequeños.
- Y bien. ¿Cómo puedo ayudarlos pequeños muertecitos?
- Queremos ir al inframundo. - Se adelantó Annabeth.
-Vaya, niña, eres toda una novedad.
-¿Sí? -repuso ella.
-Directa y al grano. Nada de gritos. -Se les quedó mirando. - ¿Y cómo murieron, pues?
Todas las miradas se dirigieron hacia Grover.
-Bueno... -respondió él. - Esto... ahogados... en la bañera.
- ¿Los cuatro?
Asintieron.
- Menuda bañera. - Caronte parecia impresionado. - Supongo que no tienen monedas para el viaje.
-No, si tenemos monedas. - Wallace saco tres dracmas que había "tomado sin permiso" del despacho de Crusty. Las dejo en el mostrador.
- Bueno, bueno... -Caronte se humedeció los labios. - Dracmas de verdad. Hace mucho no veo una de éstas...
Entonces Caronte los miró fijamente.
- A ver, ¿son disléxicos?
- No - Mintió. - Soy un muerto, igual que ellos tres.
Caronte se inclinó hacia delante y olisqueó.
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Sunshine
Fiksi Penggemar🏹 Wallace Aaron Wells nunca imagino que su vida podría cambiar tan bruscamente en un solo día, pero estaba tan equivocado... 🏹 Wallace se consideraba un chico normal hasta que un día su vida da un giro de 360° al descubrir que... es un semidiós. ...