12. enzo vogrincic

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Enzo no sabe mucho sobre su papá, sabe que se junto con su mamá y que después de tenerlo se fue, pero no le preocupa, no mucho.

Le cae muy bien su padrastro y su hermanito Esteban, y el departamento en el que vive, le gusta el control que siente en sus cortos 14 años de vida.

Pero la primera vez que siente que le falta, se queda grabado en su mente para siempre.

Su clase de educación física es aburrida y se quedan en silencio mientras ve como su amigo Agustín pelea con su profesor.

"Eras delgado Agus, ahora estás muy redondo" Escucho decir a su profesor, un hombre pequeño y atlético, y vio inmediatamente como Agus se sonrojo hasta el cuello.

No presta mucha atención al resto de la conversación, ve como Agus le reclama, y piensa en que le gustaría ser así, no ser tan tímido e introvertido, pero recuerda que Agus fue criado en el teatro, lo normal sería que fuera así.

Pero su mente regresa una y otra vez a lo que dijo el hombre, nunca nadie le ha dicho eso, y tampoco piensa que se lo dirán a alguna vez, es delgado, no el más delgado pero unos kilos menos que Agus.

Pero sigue pensando en eso, en que haría si le dijeran eso, probablemente no podría seguir su vida si lo dijeran, mostraría que no tiene control, porque si no puede controlar lo que come tampoco su vida.

Sigue pensandolo el resto de la semana.

El viernes, juntan a toda su clase en el patio y tienen una charla, larga y aburrida, sobre el único tema que ha rondado su mente, los trastornos alimenticios.

Honestamente Enzo no escucha nada, él y Andy molestan a Agus todo el tiempo, pinchando sus brazos porque obviamente el accidente que tuvo en educación física tiene que ver con esto.

Al final, una chica que sabe que va en el último año va con sus profesores, es un testimonio se da cuenta muy tarde.

Es delgada, exageradamente delgada, sus huesos parecen estar a punto de romper su frágil piel y su cara se ve hundida, sus ojos parecen salirse de su cara, su piel morena está tapizada de cicatrices abultadas. Enzo se siente enfermo.

"Contar calorías me da control sobre mi vida..." Capta las palabras de la chica, su voz suave contrastando con su apariencia, y piensa en eso.

El control le gusta, y el nuevo nivel que le daría controlar su comida también parece atractivo, no quiere ser como ella, le asusta el punto al que puede llegar, solo quiere la sensación no nada más.

Al día siguiente se instala una app para hacerlo y nunca para.

Es fácil el objetivo que se marca, hacer ejercicio, le gusta el control que siente, lo bien que se ve después de unas pocas semanas, cuando su estómago se ahueca y sus costillas se asoman.

Se ve bien, y quiere más.

"Estás re delgado Enzo ¿Estás bien?" Agus le pregunto un día, sin intenciones detras, pero Enzo se siente bien, contento.

"Si, estoy bien ¿Tu crees que me veo delgado?" Agus alza una ceja, observandolo atentamente, Enzo ve como sus ojos lo escanean y espera que puedan ver lo mismo.

"Te ves bien Enzo, más delgado"

La conversación muere ahí, Andy regresa gritando con algo entre los brazos y con otro chico detrás de él. Un tal Diego.

Se obsesiona, solo un poco más, se siente bien cada vez que puede comer un poco menos, cada vez que alguien le dice que se puede ver más de algo.

De repente, el miedo paralizante se vuelve deseo, anhela ser más pequeño, más frágil, que sus huesos se vean y parezca que romperá su piel, ser como esa chica, que lo vean y solo vean lo delgado que es.

Le gusta estar mal, porque así lo verán.

"Enzo, en serio estoy preocupado" Agus siempre es transparente, deja ver lo que siente, y Enzo lo agradece la mayoría del tiempo, pero esa vez en concreto no.

Había vomitado después de un receso, no estaba seguro si era por el hambre o por el cansancio, pero estaba más preocupado por saber si eso contaba como quemar calorías.

"No lo hagas, no pasa nada" Enzo se encoge de hombros, sentándose en el suelo junto a su sala, Agustín se relame los labios, preocupado.

Parece estarlo siempre últimamente.

"No, claro que pasa, cada que te veo estás más delgado, más débil, te ves enfermo, estás enfermo" Enzo se siente herido inmediatamente, la neblina de su mente aclarandose.

"No estoy enfermo Agustín, estoy bien, estás loco" Enzo se levanta, sus rodillas duelen, pero no le interesa, está enojado, porque no se ve lo suficientemente enfermo, lo suficientemente mal.

"¡Tu estás loco Enzo, jodete si no quieres verlo!" Agustín le grita, y es extraño porque le ha gritado un total de 5 veces contando esa, sus ojos están húmedos y ve como una lágrima solitaria se derrama.

"¡No estoy loco mierda, tu no entendes, nadie entende!" El también grita, la impotencia gotea de sus palabras, está frustrado, enojado, hambriento.

"¡¿De que mierda hablas Enzo, escuchas las incoherencias que decís?!" Agustín grita también y un par de personas voltean para verlos, sus ojos fijos en ellos dos.

Ni siquiera le importa.

"¡Sabes que Agustín, jodete, jodete tu, Andy, Diego, que se jodan todos, por mi que se jodan!" Grita y Agustín se queda callado, sorprendió o confundido por su arrebato, pero le da el suficiente tiempo para salir corriendo.

Se detiene un par de metros después, cuando su corazón está latiendo tan rápido que teme que se detenga, entra a los baños y se encierra.

Tiene que salir eventualmente, no puede esconderse toda la vida en los baños, pero puede intentarlo, esconderse hasta que todo el mundo se olvide de él.

Sale 3 horas después, cuando sabe que el enojo ya se ha ido, y lo reemplaza la neblina, recuerda que alguna vez escucho que la anorexia encogía el cerebro y se siente exactamente así.

Encuentra a Agustín sentado en las escaleras, tomando algo de una lata, están solo ellos dos en todo el patio.

Quiere pensar que lo estuvo esperando.

"Lo siento" Es lo primero que resbala de sus labios, Agustín asiente lentamente, bebiendo otro sorbo de su lata.

"Esta bien ¿Querés Monster?" Pregunta, su voz plana, Enzo se sienta a su lado y toma la lata helada entre sus dedos, aunque no la toma.

"¿Porque no estás enojado?"

"No podés enojarte con alguien enfermo, es ilógico, se que no querés decir eso"

Enzo asiente y se relame los labios, ninguno de los dos dice nada después.

"¿Querés salir? Vi que sacaron una nueva peli, te distraes y nos olvidamos de esto"

Enzo toma un sorbo de la monster, el líquido empapando su lengua, no recuerda la última vez que tomo una.

"Dale, está bien"

Un mes después, está bien, de verdad.

***

Tomen la relación de agus y enzo como quieran, no tengo planeado mucho de ellos dos, pero pueden verla como romántica o platónica (⁠≧⁠▽⁠≦⁠)

m gusta mucho escribir esto, no se si se nota😓

karmadame | esteban x franciscoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora