Dragon Ball Fic

1. Oiru y Hirozan

WISS: Por cierto... Sabed que soy mucho más fuerte que Bills. (Mueve la cabeza de lado a lado y vuelve a suspirar) Sin embargo... no voy a mataros. (Todos suspiran aliviados) Tengo poderes premonitorios... y he visto en la cafetería que vais a pasar por muchas calamidades dentro de poco.

VEGETA: ¿Muchas calamidades? ¡¿De qué estás hablando?!

WISS: Aaaah... No puedo deciros mucho más. Todo lo que sé es que en las imágenes de mi visión he podido ver el infierno.

PICCOLO: ¿El infierno?

WISS: Eso he dicho, sí. Voy a dejaros tranquilos por un tiempo y, si sobrevivís a los peligros que vendrán, volveré para mataros. ¿Qué os parece?

TRUNKS: ¿QUE QUÉ NOS PARECE? ¡SERÁS...!

PICCOLO: (Agarrándole) Tranquilízate, Trunks. Está escondiendo su ki, pero realmente parece un tipo fuerte.

WISS: Ya os he dicho todo lo que os tenía que decir. (Hace un saludo con la mano en la frente) ¡Hasta la próxima!

VEGETA: (Se abalanza a por Bills, pero éste desaparece) ¡ESPERA!

Goku se separa de Piccolo y se pone firme.

GOKU: Tenemos que hablar con Kaito.

Mientras, en el infierno, dentro de un volcán secreto enterrado bajo tierra, Oiru abre los ojos. Encadenado de pies y manos a las paredes del volcán y hundido hasta el cuello por una especie de lava negra burbujeante, eleva la vista para mirar a su visitante.

OIRU: ¿Quién eres?

VISITANTE: (Terminando de atravesar el suelo y asomando por la cumbre del volcán) Realmente llevas mucho tiempo aquí pero... ¿ya has olvidado a tu fiel servidor?

OIRU: ¿Hirozan?

HIROZAN: En efecto, señor. Tal y como pensé, sigue de una pieza. Eso demuestra la pureza de su corazón.

Pega un salto, gira en el aire y se hunde en la negra lava.

OIRU: (Alarmado) ¡ESTÚPIDO!

HIROZAN: (Resurgiendo de entre la lava) ¿Acaso no confía en mí, señor? He hecho lo que me pidió. He esperado hasta que mi alma estuviera formada sólo de pura oscuridad y he buscado este lugar por todas partes hasta encontrarle.

OIRU: Eso ya lo veremos. Si no es exactamente como dices acabas de activar la cuenta atrás hacia tu final.

HIROZAN: (Apartando la lava para llegar a su superior) He descubierto cosas muy interesantes durante nuestra larga estancia en el infierno. Sé todo lo que tengo que saber. Sé que esta lava diabólica es el mal extraído lentamente de las oscuras almas de los condenados para su purificación. Sé que al tocarla se introduce en tu alma y la analiza en busca de cualquier diminuto atisbo de bondad para devorarla. Sé que el hecho de que usted siga vivo significa que su alma es absolutamente maligna. Sé que...

OIRU: ¡TODO ESO YA LO SÉ! ¡Recuerda que si me encerraron aquí fue con la esperanza de que mi corazón contuviese algo de bondad y fuera devorado!

HIROZAN: No sea impaciente, mi señor; he descubierto nueva información. He estado haciendo ciertos experimentos. Sé que la lava diabólica no consume el alma instantáneamente, sino que tarda más tiempo cuanto más oscuro sea el alma en cuestión, confiriendo una fuerza increíble durante ese intervalo. En su caso, parece que la corrupción de su alma ha llegado a un equilibrio con la de la lava, de forma que ésta ni le perjudica ni le beneficia. (Se detiene ante él y saca dos espadas) No obstante he llegado a una conclusión y he descubierto la manera de que pueda beneficiarse de ella sin verse tampoco afectado. (Corta las cadenas con ágiles sablazos y Oiru queda liberado)