- Capítulo 20 -

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(Narra Martina)

Estaba en el patio de la casa de Danilo, Carlitos se había ido a visitar a su familia.

Yo estaba acostada a su lado y él igual, mirando el cielo estrellado, ninguno hablaba, solo se escuchaban nuestras respiraciones lentas y relajadas.

"Mirá, esa estrella brilla má' que la' otra'." El castaño señaló una estrella.

Traté de encontrarla y cuando lo logré sonreí. "Es verdad, capaz es un satélite."

"Esa so' vo' para mí, so' la que má' brilla." Dijo y me miró sonriendo, casi me explota el corazón de ternura.

Tremendo poeta el Danilo.

"Ay, sos un tierno." Sonreí y lo abracé, nos quedamos abrazados en silencio.

Me encantaba estar así, me sentía segura, completa, no necesitaba nada más que estar cerca y abrazada a él.

"Te gustaría tener hijo'?" Me miró, yo me quedé pensando.

Nunca habíamos hablado sobre eso, a mí me encantaría tener una familia, no muy grande, pero máximo dos hijos.

"Si, una nena y un nene." Lo miré y sonreí.

"A mí me gustaría tener 10 hijos, para armar un equipo de fulbo." Dijo eso y yo abrí los ojos, sorprendida.

"No me pienso embarazar dos veces eh, fíjate que hacés." Me empecé a reir y él hizo lo mismo.

"Bueno, bueno."

Un rato más tarde entramos a la casa, ya había empezado a refrescar.

"Tené' frío? Tas' re desabrigada." El castaño se acercó a mí y me abrazó.

Yo asentí con la cabeza. "Si boludo, me traje esta camperita pedorra." Me reí.

El frío no importa cuando tenés un buen outfit, frase que acabo de inventar pero muy real.

Fue a su habitación y me trajo una campera de Boca, parece que no tenía otra cosa que no sea ropa de Boca.

"Gracias." Solté una risita y me puse la campera, me quedaba gigante.

Él se sentó en el sillón y yo me fui hacia la cocina a preparar milanesas con puré, nuestra comida favorita desde que somos amigos.

Mientras preparaba el puré, sentí que alguien me abrazaba por detrás y me daba besos en el cuello, giré un poco mi cabeza y ahí estaba el precioso de Danilo.

Yo no sé como mierda hace, pero cada día lo veo más lindo.

Metió el dedo en el bowl dónde estaba el puré y lo comió, parecía un muerto de hambre.

"Qué hacés?" Le grité y se fue corriendo mientras se reía, parecía un pibito chico.

Más tarde, terminé de cocinar y nos sentamos en el sillón a cenar.

"Mañana tengo partido, me va' a ir a ver?" Danilo me miró sonriendo, se veía muy tierno.

"No sé si pueda, tengo un parcial." Hice una cara triste, era mentira, quería darle una sorpresa.

"Uh, bueno." Siguió comiendo en silencio, me daba pena, se veía muy vulnerable así, me daban ganas de llorar a mí.

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Me desperté y Danilo ya se había ido, tenía que irse a entrenar antes de jugar el partido.

Me fui al baño a lavarme la cara y los dientes, y después me puse una crema para la cara.

| Solo por vos | Danilo Sánchez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora