- Capítulo 8 -

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(Narra Martina)

Me levanté y eran las 10 am, me pareció raro ya que siempre me levantaba temprano, seguramente era porque estaba cansada.

"Buen día." Saludé a mi familia y me senté en la mesa.

"Cómo dormiste, amor?" Preguntó mi tía, mientras apoyaba una taza de matecocido con leche y galletitas frente a mi.

"Bien." Dije y sonreí.

Comí dos galletitas y no tomé ni la mitad del matecocido.

"Martu, hacé el intento de comer un poco más." Dijo mi tía y se fue a lavar algunos platos que quedaron de la cena.

Traté de tomar un poco más de matecocido y fui a lavar mi taza.

Caminé hacia mi habitación y me tiré a la cama, últimamente tenía muy pocas fuerzas.

Escuché como tocaron la puerta y mi tía habló.

"Hola chicos, Marti está en su habitación."

Yo me paré rápidamente, me puse perfume y me peine un poco el pelo, parece que tenía un nido en la cabeza.

Seguro que era Carlitos, pero "chicos"? Habrá venido con Danilo?? Ojalá que no.

(Narra Danilo)

Al abrir la puerta ví a la rubia ahí parada, frente a mi, se veía re linda la gila esa.

Nos miramos unos segundos, que para mí fueron horas.

"Dale loco, hablen, no vine acá al pedo eh." Dijo Carlitos y ella se rió.

"Hola." Dijo ella tímidamente, parece como si fuera una nena de cinco años.

"Todo bien?" Dije yo y sonreí.

Ella asintió con la cabeza y sonrió.

Martina tenía una sonrisa hermosa, en cambio yo tengo una sonrisa de falopero, todos los dientes podridos tengo, un asco.

Sinceramente estaba triste porque hice lo que le prometí a Martu no hacer.

"Perdón por reaccionar así y no hablarte por semanas." Dijo ella, se veía avergonzada. "Era obvio que yo no te gusto."

Yo chasquee la lengua. "Vo' so' re linda, pero yo no soy el indicado para vo'."

Hizo una leve sonrisa.

"Por fin se arreglaron, ya estaba cansado de ser el psicólogo de los dos." Dijo Carlos y nos reímos.

Nos quedamos un rato boludeando en la habitación de Martina.

"Quieren que vayamos a la plazita a tomar teres y comer galletas?" Dijo la rubia y asentimos.

Salimos de su habitación y ella fue a saludar a su familia.

"Chau tía, nos vamos a la plaza un rato, te amo." Dijo Martu y le dió un beso en el cachete, era re amorosa.

"Dale, no vuelvan tarde, si?" Dijo su tía y le dió un beso en la frente.

Me ponía feliz ver como Martina se llevaba con su familia, pero por un lado me ponía triste porque yo no tenía a nadie, solo tenía a mi hermano pero ya no.

Siempre me hubiera gustado tener a mi mamá, siento que si ella estuviera acá yo no me drogaria.

"Vamos?" Dijo la rubia, interrumpiendo mis pensamientos.

"Si."

Caminamos hasta el kiosquito y ella agarró plata de su bolsillo.

"Esperen acá, si? Es rápido." Dijo Martu y yo asentí.

| Solo por vos | Danilo Sánchez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora