(Narra Martina)
18 de septiembre, 2014.
"PAPÁAAAA, tengo hambre." Julieta se tiró encima de Danilo, mientras él se trataba de despertar y acomodarse al tiempo-espacio.
"Ya voy, gorda." Dijo, rascándose el ojo, y agarró a Julieta en sus brazos, para levantarse de la cama.
Danilo llegó a la cocina y estaba Marcos, sentado en el sillón, con un vasito de chocolatada en la mano, mientras miraba televisión.
"Por qué no le dijiste a tu mamá que te haga el desayuno?" Dijo Danilo confundido, con cara de dormido y los pelos despeinados.
"Porque a mí me gusta como hacés la chocolatada vos." Respondió Julieta con una sonrisita, y yo me reí.
Danilo sentó a su hija en la mesada y se acercó a darme un beso. "Hola amor, todo bien?" Sonreímos los dos.
"Si gordo, todo bien."
Danilo le empezó a preparar la chocolatada a Julieta, a ella le gustaba como hacia su papá la chocolatada porque le ponía más azúcar, aunque yo le diga que no.
"Danilo, acordate de no ponerle tanto azúcar, eh." Señalé a Danilo con el dedo índice y éste sonrió.
"Si gorda, ya sé." Dijo con tono confiado, y después miró a Julieta y ambos hicieron cara traviesa.
El castaño le entregó el vasito de princesas a la pequeña y la bajó de la mesada.
"Hola Marquitos! Cómo amaneciste?" Danilo sonrió y le dio un beso en la frente a su hijo, que miraba concentrado la tele.
"Bien." Respondió. Él era un poco tímido y mucho más callado que Julieta, aunque sea el mayor con 6 años, en cambio Julieta tenía 3, eran bastante distintos en ese sentido.
Danilo se quedó charlando conmigo, mientras los nenes miraban televisión.
"Che, invité a Maru y a Carlitos, van a hacer asado?" Pregunté, y el castaño asintió con la cabeza.
"Si gorda, como ustedes quieran, traen a los chicos también?" Ahora yo asentí con la cabeza. "Dale, arreglemos cuando lleguen y de última voy a comprar la carne con Carlos."
Unos minutos después, llegaron los dos invitados, con sus dos hijas que tenían la misma edad que Marcos y Julieta, Aylen y Camila.
"Holaaa." Saludé a los dos jóvenes, y después a las dos nenas, hace un tiempo que no las veía.
Se saludaron entre todos, y los más chiquitos se quedaron jugando con todos los juguetes tirados en el piso.
"Bueno, vamo' a ir a la carnicería, que compro?" Danilo se asomó a la cocina, donde estaba charlando con Mariela.
"No sé, lo que quieras." Me encogí de hombros.
"Pa' eso no pregunto nada." Danilo se hizo el ofendido y salieron de la casa.
Me quedé haciendo unas ensaladas con Mariela mientras seguíamos charlando y nos reíamos de cualquier cosa, me hizo acordar a cuando éramos más chicas y nos juntábamos a tomar mates en la plaza.
ESTÁS LEYENDO
| Solo por vos | Danilo Sánchez
Fiksi PenggemarUna piba llamada Martina Rodríguez, que vive en el Fuerte Apache, enamorada del pibe villero que decía odiar con toda su alma. O, un pibe llamado Danilo Sánchez, con problemas de drogas, enamorado de la piba que nunca pensó llegar a amar tanto.