- Capitulo 3 -

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(Narra Martina)

Me desperté temprano para vestirme y desayunar, porque desayunaba rápido y hubo veces que me llegué a desmayar.

Me puse un jean y una remera simple, tampoco quería sorprender mucho.

Tomé un matecocido con galletitas de agua con mis primitos.

"Chau tía, ya nos vamos." Saludé a mi tía con un beso en la mejilla y agarré mi mochila.

Salí de la casa con mis primitos porque los acompañaba hasta la escuela.

"Marti!" Sentí que alguien me habló y miré, estaba Carlitos haciéndome una seña para que vaya.

Justo ví que venía una vecina con el hijo, así que le pedí que lleve a mis primos.

"Qué pasó?" Lo miré al morocho de rulos.

"Por qué te fuiste el otro día, tarada?"

"Porque Danilo quería ir al cumple del Jorge, además él no comía desde ayer y yo no me quería quedar sola ahí."

Caminamos juntos hasta la escuela y cuando llegamos fui con Mariela.

Veo que llega Danilo y me pareció raro, siempre se rateaba para ir a cualquier lado, o quedarse durmiendo en su casa.

"Que onda vo', gila." Se me acercó con su típico acento de villero.

"Qué querés, tarado?" Lo miré.

"Por qué te fuiste anoche?" Me miró a los ojos.

"Para qué me iba a quedar? Para verte como te chapabas a esa pelo duro?" A todo esto Mariela ya se había ido.

Poco más nos agarramos de los pelos pero llegó Carlitos a calmarnos un poco.

"Igual vo' no te tené' que poner celosa, vo' so' má' linda que esa." Me dijo mientras caminábamos, saliendo de la escuela.

"Qué?" Lo miré, encima de que soy una sorda, no sabía a qué se refería.

"Nada, dejá." Empezó a caminar solo hacia su casa, dejándome ahí sola, entienden? Me dejó con las palabras en la boca.

(Narra Danilo)

La puta madre, la tarada esa no sé si es sorda o no entiende.

Me fui para mí casa, pero antes pasé por la casa del Jorge.

Abrí el portón y me saludaron los que estaban ahí.

"Che, te puedo comprar algo?" Le mostré un billete a Jorge.

Me dió una bolsita de merca y le dí la plata.

Solo quería probar porque me daba intriga, no quiero terminar como el Seba.

Llegué a mi casa, mi hermano estaba en el sillón durmiendo.

Agarré un plato y unos papeles que habían tirados.

Fui a mi habitación y aspiré la droga.

Me empecé a marear y me dolía la cabeza, seguro eran efectos que daban.

Dejé el plato en el piso y me acosté boca arriba mirando el techo, para ver qué onda.

Vi como entró una rubia por la puerta de mi habitación, y me quedó mirando preocupada.

Me levanté un poquito de la cama y empujé el plato a un costado para que no lo vea.

"Qué pasó?" Le dije a Martina, que me miraba desde la puerta.

| Solo por vos | Danilo Sánchez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora