Después X De X Todo

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—¡Mamá!—Grito una niña de cabello negro y ojos verdes, ella era simplemente hermosa.

—Dime.—Dijo una mujer adulta de cabello negro y corto.

—¡Cámbiame de colegio!—Grito la niña mientras se tiraba al mueble.

—¿Eh?¿Por qué quieres eso amor?—Pregunto otra mujer de cabello castaño medio largo, está se notaba más preocupada.

—Es que...hay un chico.—La menor se sentó mirando a la mujer de cabello marrón.

—¿Uh?—Ambas mujeres se miraron extrañadas.

Por otra parte, en otra casa había otra situación.

—Oye idiota.—Grito un hombre peliblanco.

—¿Sigues enojado? Te gane, acéptalo, si quieres que deje de comerme tus chocorobots solo aprende a jugar los juegos 1vs1 bien.—Respondio la otra mujer burlándose.

—Ugh... Maldita sea T/N, te odio pero te amo.—Dijo el albino mientras comía su almuerzo.

—JAJAJA, yo te amo más.

—Cierto, Amelia y Kiara dijeron que ya regresaron a la ciudad.—Comento el hombre que comia.

—¿En serio? Hace mucho que no veía a su hija, la recuerdo cuando tenía la misma que Kisumi osea 4 años...ahora...debe ser 3 años menor que el hijo de Noko y Gon ¿No?—Hablo la mamá pensativa.

—Hablando de Kisumi, le prometí que iría a comprarle un juguete de perro...—Hablo el peliblanco mientras se levantaba y lavaba los trastes.

—Killua, no olvides tus llaves.

—Si, hasta luego.—Dijo este mientras le daba un beso en la frente la contraria.

—¡Cuidate!—Exclamo la mujer al ver a su novio irse.

T/N se levanto y unos minutos después entro un niño contento y alegre, bastante emocionado, este chico tenía el cabello peliblanco y ojos color c/o, este traía una sonrisa.

—¿Eh?¿Pasó algo bueno Hasmiel?—Pregunto la mujer saludando con un beso en la mejilla a su hijo.

—¡Mamá me enamoré!—Grito el niño de la sonrisa reluciente.

—¡¿Disculpa?! JAJAJA.—La mujer se empezó a reír a carcajadas.

Luego llegó Killua a la casa y su hijo lo miro con la misma sonrisa, el padre ya sabía que eso no era bueno...

—¡Papa me...—Antes de que Hasmiel pudiera continuar lo interrumpió Killua.

—No.

—Pero...

—Déjame adivinar.

—Uy, a ver papá.

—¿Te enamoraste?—Miro Killua.

—¡Bingo!—Grito el menor dándole unos 5 a su papá.

—JAJAJA, no puede ser, pues, ánimos hijo.—Dijo la mujer que estaba en el suelo de tanto reir.

—¡¿Qué?!...¿No me pueden dar un consejo?—Pregunto Hasmiel.

—Dile que es una idiota.—Dijo el padre.

—Vete del país.—Respondio la madre.

—Honestamente a mis amigos cuando me dicen una estupi...tonteria les digo que por eso no tienen pareja pero ustedes...ahora ni siquiera estoy seguro de si existo.—Miro decepcionado a sus padres.

—A todo esto...¿Cómo te enamoraste?—Pregunto el padre.

—Pues...—El niño empezó a narrar para si mismo en su mente.

Killua y tu / [Más Extraño No Puede Ser]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora