𝄞 Cᴏʟᴇᴄᴄɪᴏ́ɴ ᴅᴇ ᴅʀᴀʙʙʟᴇs IᴠᴀɴTɪʟʟ 𝄞『𝓐𝓵𝓲𝓮𝓷 𝓢𝓽𝓪𝓰𝓮』

Entre Garras y Colmillos: Pulgas.

Notas:
El plan es hacer pequeñas escenas de este AU ya que me siento inspirada, gracias por sus votos, apreciaré igualmente los comentarios 💖

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Capítulo 2: Pulgas.

Picazón, maldita picazón incesante que logra doblegar su espíritu con relativa velocidad.

Till gimotea restregándose contra las cortezas de los viejos alcornoques que hay en el patio de su hogar. Aulla desesperado buscando quitarse esa sensación pero solo consigue un falso alivio momentáneo.

Till estaba infestado de pulgas.

Las manadas de los hombres lobo no suelen ser grandes, así que la familia de Till solo estaba conformada por sus padres y hermanos, pero tenía más familiares que ocasionalmente venían de visita a la villa dónde vivían actualmente.

Sus estúpidos primos trajeron la perdición con sus horrorosas pulgas, ¡lo están matando! ¡Las odia, las odia demasiado!

— Auuuuuuuu~

Escucha la risa de sus hermanos desde el interior de la casa, el más afectado es él, obviamente.

Su asquerosa mala suerte demostrándole que siempre puede empeorar, Till no quiere bañarse con vinagre para deshacerse de ellas.

Así que continua yendo de un árbol a otro para rascarse con ferocidad.

— Cariño, Ivan te busca.

Su madre lo llama desde la entrada, Till ignora el llamado revolcándose en su insufrible comezón. Por lo que unos minutos después puede ver al vampiro acercándose con su linda sonrisa.

— Hyuna dijo que estabas muriendo así que vine de inmediato.

— ¡Arg, vete al infierno!

Ivan aumentó su sonrisa.

— No puedo dejar que mueras, necesito morderte por lo menos una vez en la vida.

Ivan suelta su broma más recurrente para aminorar un poco el ambiente entre ambos, Till no solo parece desesperado también se ve irritado y las venas en su frente comienzan a marcarse como producto de la rabia creciendo en su interior, Ivan puede escuchar claramente el flujo de la sangre yendo en aumento y se relame los labios unos segundos.

— ¡Preferiría mil veces tus colmillos en mi piel que a estas malditas pulgas!

El vampiro no puede evitar sentirse halagado de una forma extraña, Till lo prefiere sobre las pulgas.

¿Es una forma nueva de expresarle su amor?

— Tranquilo, tengo el remedio que necesitas. Pero a cambio quiero que me regales algo lindo ~
¡Más lindo que la flor que vas a conseguirle a Mizi!

Ivan sabe que su petición es infantil, está consciente de que no debería codiciar así el cariño de su mejor amigo pero... Ivan sigue siendo un adolescente enamorado después de todo, al carajo con la elegancia fría de los vampiros, también desea ser mimado por Till.

— ¡Te daré lo que sea, solo ayúdame!

— Solo debes beber esto, la bruja dijo que eliminará la picazón de inmediato y las pulgas caerán muertas. Pero las consecuencias son te–

Till le arrebató la poción mágica que traía en las manos y la bebió de un sorbo.

Fue cuestión de segundos para sentir el alivio de inmediato, miró a Ivan confundido porque su expresión burlona se torció un poco.

— ¿Qué?

— Hueles peor que un unicornio bañado en ajos y pescado. Ewwww.

— ¡Qué importa! Me siento increíble, ¡esas cosas casi me matan!

Ivan sintió los ojos llorosos, jamás había experimentado unas náuseas tan intensas, se agachó a recoger el frasco que contenía la poción previamente y se alejó de Till con velocidad.

— Ah, con qué a esto se refería Sua.

— ¿Cuánto tiempo va a durar el aroma?

Till lo alcanzó y se abrazó a él, el vampiro se estremeció con disgusto. No estaba disfrutando en absoluto de ese abrazo.

— Dos... Dos semanas, Till, por favor...

Las lágrimas se acumularon y se retorció buscando zafarse del abrazo. Till frunció el ceño.

— ¿¡QUÉ?! ¡El baile es una semana! ¿¡Cómo invitaré a Mizi oliendo así?!

Ivan logró separarse y se tapó la nariz con el antebrazo, no tiene dudas de que Sua lo hizo adrede.
Un problema se soluciona pero otro comienza de inmediato.

Till anduvo por la escuela con ese aroma repugnante impregnado en su pelaje las siguientes dos semanas, pero el día del baile, Ivan se mantuvo a su lado.

Por supuesto que el vampiro se desmayó por el aroma, pero su amor era incondicional.