Rojo y Azul

Conocerla

Lena

Probablemente perdería mi primera clase del día... Durante la noche me quedé mucho tiempo despierta, intentando terminar unos diseños de infraestructuras públicas que serían el 50% de la calificación final del examen trimestral. Y aún así no había podido terminar.

Debido a que no dormí nada bien, me desperté muy tarde y por más que intenté apresurarme, me fue inútil.

Iba casi a la carrera, pidiendo al cielo que el profesor me permitiera entrar en su clase aunque iba con 20 minutos de retraso. Pero entonces, vi a aquella chica de ojos azules en los pasillos del edificio principal de la universidad.

Era Yulia, quien se había detenido en el pasillo donde exponen algunos murales, vitrinas con medallas y trofeos y cuadros con retratos de profesores y alumnos destacados de la universidad.

Miraba todo a su alrededor con suma admiración, como si viera por primera vez todo aquello y estuviese detallando cada cosa con mucho cuidado. Poco a poco mis pasos fueron desacelerando hasta ubicarme a su lado izquierdo.

Ella aún no se había percatado en mi presencia, pues sus ojos estaban fijos en un mural que contenía información sobre una actividad cultural que se realizaría la siguiente semana.

No pude evitar sentirme atraía por el brillo de sus ojos, mientras ella miraba fijamente aquel mural, yo la miraba fijamente a ella. Fue cuando sin esperarlo, en sus labios se formó una tímida sonrisa que hizo resplandecer su rostro como nunca lo había visto y mi corazón dio un vuelco en ese instante.

Porque mientras lo que a los ojos de otros, aquella tenue sonrisa podría parecer corriente o común, a mis ojos le parecieron lo más extraordinario que haya visto nunca.

—Deberías sonreír más a menudo, tu sonrisa es hermosa —dije en voz baja, pero lo suficientemente audible para que solo ella pudiera escuchar mis palabras.

Rápidamente volteó en mi dirección y pareció sorprenderse de encontrarme allí a su lado... Parecía, luego de unos segundos de analizar la situación, que se percataba que estaba a mitad del pasillo, mientras los demás alumnos caminaban en diferentes direcciones.

—Cómo es que...

Cuando pensé que iba a formular una pregunta, simplemente se quedó en silencio nuevamente y sin dirigirme ni una mirada más, empezó a caminar para alejarse de mí.

Me quedé confundida por su acción, me tomó unos segundos darme cuenta que comenzaba a dejarme atrás en el pasillo, me obligué a moverme también y con la certeza de que ya era demasiado tarde como para pretender salvar mi primera clase, me resigné a que tendría mi primera ausencia en aquella materia, pero debía alcanzar y hablar con Yulia.

—¿Vas tarde también a tu clase? —pregunté al momento de alcanzarla y colocarme a su lado nuevamente, yo ya sabía que ella iba a tiempo pues conocía su horario, cosa que ella no tenía ni idea.

Al volver a escucharme, solo me miró de soslayo y siguió andando. Pero yo no pretendía rendirme, ya había logrado que hablase un poco conmigo el día anterior con nuestro supuesto "tropiezo", así que estaba decidida a que me diera una oportunidad para conocerla.

—Yo ya perdí mi primera clase del día, un despiste de mi parte —la chica no cedía para nada—. Eehh, vi que te llamó la atención el mural donde se anuncia una obra de teatro por parte de los estudiantes de actuación para el fin de semana...

—¿Puedes dejar de hablarme, por favor? No sé quien eres.

¡Uh! Eso hizo que esta vez fuese yo quien se detuviera a medio pasillo... Me quedé mirando como se alejaba nuevamente de mí sin voltear siquiera para percatarse de que dejé de caminar a su lado, estaba totalmente incrédula por haber escuchado sus frías palabras diciendo aquello.