Es un joven y la vida
llena de sueños de oro
pasó ya, cando aún el lloro
de la niñez no enjugó:
El recuerdo es de la infancia,
¡Y su madre que le llora
para morir así ahora
con tanto amor le crió!
Y a par sin esperanza
ve ya la muerte en acecho,
su corazón en su pecho
siente con fuerza latir
al tiempo que mira al fraile
que en paz ya duerme a su lado
y que ya viejo y postrado
le habla de sobrevivir.
Mas, ¿Qué rumor ahora
rompe el silencio? Resuena,
una alegre cantinela y una
guitarra a la par y gritos y de botellas
que se chocan, el sonido,
y el amoroso estallido
de los besos y el danzar preso.
Y también pronto en son triste
lúgubre voz sonará.
Es un joven y la vida
llena de sueños de oro
pasó ya, cuando aún el lloro
de la niñez no enjugó :
El recuerdo, es de la infancia,
¡y su madre que le llora,
para morir así ahora
con tanto amor le crió!
Y a par sin esperanza
ve ya la muerte en acecho,
su corazón en su pecho,
siente con fuerza latir
al tiempo que mira al fraile
que en paz ya duerme a su lado
y que ya viejo y postrado
le habla de sobrevivir.
Mas, ¿Qué rumor ahora rompe el silencio? Resuena,
una alegre centinela y una
guitarra a la par y gritos y de botellas
que se chocan, el sonido, y el amoroso estallido
de los besos y el danzar preso.
Y también pronto en son triste
lúgubre voz sonará.
¡Para hacer bien por el alma
del que ven a justiciar!
Y la voz de los borrachos,
y sus brindis, sus quimeras,
y el cantar de las rameras,
y el desorden bacanal en la lúgubre capilla
penetran, y carcajadas, cual de lejos arrojadas
de la mansión infernal.
Y también pronto, en son triste lúgubre voz
sonará:
¡Para hacer bien por el alma
del que vas a justiciar!
¡Maldición! Al eco infausta,
el sentenciado maldijo
la madre, que como a hijo
a sus pechos le crió,
y maldijo el mundo todo,
maldijo su suerte impía,
maldijo el aciago día
y la hora en que nació.
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Beatriz © (en edición)
PoetryRecopilación de poemas, cartas de amor y reflexiones de una persona muy excepcional.