Intenté Suicidarme Con La Chica Más Hermosa Del Instituto

31

Capítulo 31 - Colapso

　Se acabaron los exámenes.

　No me importa lo bien que me haya ido en el examen.

　Lo más importante para mí es... detener el suicidio de Natsuki.

　Desde el día del festival hasta hoy, no ha habido acoso severo para Natsuki, aunque sigue siendo ignorada.

　Por supuesto, tampoco ha habido contacto entre Natsuki y Koyoi.

　Creo que el estrés que soporta Natsuki es menor que durante sus años anteriores en el instituto, pero aún así no puedo ser optimista.

　Mañana es la ceremonia de graduación.

　En otras palabras, hoy... dentro de la repetición de acontecimientos, es el día en que Natsuki Mirai siempre se suicidaba.

　He podido establecer un nivel de confianza con Natsuki que nunca antes había tenido.

　...Está bien, puedo hacer lo que antes no podía.

　Estoy seguro de que ahora puedo detener el suicidio de Natsuki.

　No, ¡definitivamente lo detendré...!

　Con esa determinación, salí de mi casa.

***

　Era por la tarde cuando llegué a la escuela.

　El interior de la escuela sin los estudiantes de tercer año parecía algo solitario.

　Tras asomarme brevemente al aula vacía de tercer curso, subí las escaleras.

　Normalmente era de noche cuando me llamaba a la azotea.

　Si iba a la azotea de día, Natsuki no estaría allí.

　Pero eso era exactamente lo que esperaba.

　Me puse al acecho y empujé a Natsuki de vuelta al edificio de la escuela cuando entró en la azotea.

　Luego, escucho lentamente la historia de Natsuki e intento persuadirla.

　Es arriesgado para ella estar sola en la azotea.

　Eso es lo que pensé.

　La puerta de la azotea, que esperaba cerrada con llave, ya está abierta.

　Respiro hondo para calmarme y abro la puerta.

　A primera vista, parece que no hay nadie en la azotea.

　Pero al mirar más de cerca... Natsuki, con su uniforme, estaba sentada con las piernas cruzadas al otro lado de la barandilla.

　Era inesperado que viniera a la azotea tan temprano.

　Utilizar las medidas de seguridad que había planeado podría ser difícil.

　Pero eso no significa que esté condenado al fracaso.

　Subo a la azotea y me acerco a Natsuki.

"Es peligroso estar aquí".

　Le digo a Natsuki, luego me subo a la barandilla y me siento a su lado.

"Sólo es un poco peligroso. No hay de qué preocuparse, ¿verdad?".

　Natsuki no parecía sorprendida por mi aparición.

　Se limitó a sonreír feliz.

"¿Pensabas que estaría aquí?".

　Sujeté con firmeza la mano de Natsuki entre las mías, intentando que no se fuera a ninguna parte.