Capítulo 4

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Me desperté a las doce de la madrugada, la razón no la se, así que fui por un vaso de leche, dicen que la leche ayuda para poder dormir, así que probaría eso que dicen.
Como estaba a oscuras y la única luz que entra es por la gran ventana que esta en la sala, me golpee el dedo chiquito del pie. Genial. Fui con dolor a la cocina y me serví mi vaso de leche, cuando estaba tomando el primer sorbo de leche se oyó que alguien abría una puerta, así que me fui acercando poco a poco a la puerta para ver quien era... Era nada mas y nada menos que Ethan, entrando a la casa.
-Hola Ethan- dije con mi vaso en la mano y cerrando mi bata de abuelita, que ayudaba bastante cuando había frío o cuando no te gusta enseñar nada y amaba esta bata como había frío y no me gusta enseñar mucho; Ethan dio un brinco y sonreí por lo que acababa de hacer.
-Vanessa, hola- dijo cuando me vio, que yo me acuerde él y Max llegaron a casa una hora después que yo llegue, así que me quede seria cuando recordé eso. -No es lo que piensas- me confundí porque según mi cabeza y yo bueno no pensábamos nada. Levante una ceja y él se dio cuenta que estaba confundida-No pensabas nada ¿verdad?- negué y el suspiro -Salí un rato con unos amigos- dijo y me fui acercando para verlo mejor, cuando estuve un poco cerca de él como un kilómetro nos separaba, y por la luz que entraba me di cuenta que tenía una mejilla roja y la ceja cortada, y con un poco de sangre en la comisura de los labios; él al darse cuenta que había visto sus golpes, volteo la cabeza para que no lo viera, poco a poco me fui acercando mas a él y cuando estuve cerca agarre su barbilla, cuando vi los golpes supe que eran graves; Ethan tenso la mandíbula y yo fruncí el ceño.
-¿Qué te pasó?- pregunte
-Nada que no te tengas que preocupar- dijo quitando mi mano de su mejilla roja.
-¿Cómo quieres que no me preocupe? Explícame ¿cómo quieres que lo haga?- dije volviendo a poner mi mano en su mejilla, me estaba enojando porque no dejaba que yo lo ayudara.
-No es nada, enserio- dijo quitando mi mano y alejándose de mi.
-¿Porqué siempre desde pequeño has sido así? ¿Por qué siempre que yo quiero ayudarte nunca me dejas? - dije volviéndome a acercar a él, cuando llegue lo suficiente cerca a él puse mi mano en su pecho para que no siguiera moviéndose -Déjame ayudarte, solo una vez- dije viendo fijamente a sus ojos azules. Ethan se quedo metido en sus pensamientos por un rato mientras yo trataba de ver cuan profunda era la herida de su ceja, cuando la toque solo movió un poco la cara y luego negó con su cabeza. -Por favor déjame ayudarte- dije y tome su cara con mis dos manos, cuando paso un rato el busco cariño en mi mano como lo hace un perrito cuando le dan cariño y quiere más. -¿Me dejas ayudarte?- respiro profundo y asintió, lo solté y agarre su mano llevándolo a mi habitación para poder sacar la cajita que tengo para cualquier golpe. Le dije que se sentara en mi cama y yo jale una sillita pequeña y me senté enfrente de él. -¿Me cuentas que te paso?- dije cuando le pase un algodón con un poco de agua oxigenada, él solo negó y cerró los ojos con fuerza. Entendí que no quería hablar, así que seguí curando la herida de la ceja y le puse un punto plástico, esos que parecen maripositas. Revise su mejilla para ver si no tenía algo mas que una contusión y llegue a su labio, lo tenía roto, así que volví a agarrar un algodón con agua oxigenada y empece tocar su labio con el, cuando lo toque con un poco de fuerza, Ethan agarro mi mano y la alejo de su labio.
-Lo siento- dije, sonrió e hizo como que si se iba a reír pero cuando lo hizo se agarro abajo de las costillas. Vi fijamente a sus ojos y vi que había dolor en ellos. Volví a ver a su labio y se estaba mordiendo el labio inferior, donde tenía el golpe. Se lo toque y él lo soltó, volví a aplicarle agua oxigenada y esta vez si dejo que lo hiciera. Cuando termine fui a tirar todos los algodones con sangre y cuando regrese vi que ya se iba a ir, pero esta vez cuando se paro se quejó.
-Hey, tranquilo, no lo hagas tan rápido- dije agarrándolo para que se volviera a sentar -Déjame ver como es el golpe- Ethan se volvió a morder el labio y se lo volví a tocar para que lo soltara, le sonreí, él subió su camisa y me dejo ver que el golpe era mas grande que lo que pensé. Las chicas con una mente algo rara pensarían que estando con un hombre como él, quien no se lo tiraría; pero yo no, quiero ayudarlo y no me fijaría en que es un hombre con buenos genes.
-¿Con qué fue el golpe?-
-Un bate y una patada o unas patadas -dijo al fin, cuando lo toque, él se movió incomodo y yo supe que tenía una contusión y que posiblemente tenía golpeada una costilla.
-Creo que hay que sacarte una radiografía, puede ser grave- dije
-No creo que sea tan grave, es solo una contusión, la distingo por la forma que tiene el golpe- dijo y recordé que es un Traumatologo.
-Entonces será solo de ponerte hielo y alguna gel para que te baje el dolor ¿no?- Ethan sonrió y me asintió. -Será mejor que descanses- dije tocando su hombro. Cuando iba a quitar mi mano él la agarro y le dio un beso a la palma de mi mano, yo entrecerré mis ojos y lo vi.
-Gracias, enserio, agradezco que hagas esto por mi- dijo y se paro
-Ya sabes que haría cualquier cosa para ayudar.- dije y le di un beso en la mejilla, cuando se fue me sonrió y cerró la puerta de mi habitación.
Me acosté y solo acomode mi cabeza en la almohada me quede dormida.

El destino nos quiere juntos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora