Después de dormir dulcemente en los brazos del otro, Felipe despertó, vio la hora y era muy temprano aún, así se aferro a Letizia, comenzó a acariciar su cabello, su piel y a dejar suaves besos sobre su hombro. Letizia al sentir a Felipe despertó, lo primero que hizo fue sonreír, abrió sus ojos y giro a verlo, estando frente a frente, ambos con ojos luminosos y sonriendo, Letizia acaricia los labios de Felipe pasando su pulgar por su boca, Sus labios, sus hermosos labios, producían el gran suspiro del deseo en ella. Deseaba tanto tener sus labios en los suyos. Ella entre abrió la boca soltando un pequeño suspiro, el mismo que yo había soltado hace unas horas atrás. Sus ojos se cerraron. El roce de sus labios tan delicados, enviaban pequeñas electricidad a recorrer su cuerpo, sus labios se unieron a los de ella completamente. Hermoso beso lleno de amor verdadero y emociones nuevas. Después de unos minutos de sentir el sabor de sus labios, el dijo:
Felipe: Así dan ganas de despertar. -acaricia su cabello-
Letizia: A mi me dan ganas de empezar el día de otra forma. -se levanta y se monta encima de el-.
Se inclino hacia adelante, fue hacia sus labios, las manos de el recorren por las bellas curvas de Letizia, llegando hasta el broche de su brasier, lo desabrocho, después comenzó a bajar sus bragas.
Letizia: Es mi turno de dominar. -suspira agitadamente-
Se levanto dejando sus senos desnudos a la vista, esta sentada en horcajadas, siente su miembro erecto entre su feminidad, Letizia deslizo suavemente las manos alrededor del torso de el hasta llegar a su ropa interior, comenzó a retirarlo de su cuerpo, el ayuda levantando su cuerpo, no fue quitado completamente, pero si lo suficiente para que pudiese dejar entrar el miembro dentro de ella, al sentirlo, soltó un respiro, puso los ojos en blanco de placer, muerde su labio inferior, el gime al verla tan excitada, sus manos van hacia sus senos los apreta fuertemente, Letizia comienza a saltar sobre el miembro, mientras ambos gimen el gran placer y fuego que sienten dentro de ellos, la manos de Felipe bajaron hasta sus nalgas donde las apretaba con cada movimiento, mientras su pecho subía y bajaba al mismo ritmo perfectamente uniforme. Pero cuando se inclinó hacia adelante, Felipe escuchó una fuerte ronquera en su respiración y fuertes gemidos que salían de su boca.
Felipe:Maldita sea... -susurró, apretando más sus nalgas - eres increíble.
Letizia: Nada... no.. digas... - exhaló-
Felipe cerró los ojos y se mordió el labio, indicando que no pronunciaría una palabra más.
En cambio, deslizó las manos por la espalda de Letizia, acercando a la mujer a él. Sintió que la espalda de ella se tensaba cuando la atrajo hacia él, pero ella se inclinó obedientemente hacia adelante, agarrando al hombre con los brazos doblados. Ahora su rostro estaba directamente sobre el de él, mantienen contacto visual, al ver los ojos chispeantes y los labios entreabiertos de Letizia, él sentía que estaba en el paraíso.
Felipe: Eres muy hermosa. - susurró-
Letizia sonrió al oírlo. Ella se estremeció levemente, pero inmediatamente tomó el control de todo nuevamente, continuando moviéndose a un ritmo acelerado. Definitivamente la Sra. Ortíz sabía dominar muy bien. Las sensaciones se hicieron cada vez más fuertes. Después de unos segundos, se inclinó tanto que su cabello se deslizó por el rostro de Felipe. Después de unos segundos de oír los gritos de placer de Letizia. Llegó a un punto máximo está segunda ola de placer cubrió sus cuerpos profundamente.
Letizia se retiro suavemente de él, y cayó a su lado, ambos mirando el techo intentado que sus respiraciones agitadas y sus corazones agitados volviese a la normalidad. Ya volvieron a la normalidad, Felipe fue hacia Letizia y la abrazó.