Felipe y Letizia acaban de llegar a Atenas, después de muchas horas de viaje, antes de bajar del avión Felipe dejo un suave beso en la mejilla de ella, y le susurro en el oído.
Felipe: Te extrañare amor mío.
Letizia:También yo -dijo Letizia en voz baja-.
Ambos amantes se fueron a sus mansiones, Letizia no dejaba de observar el bello anillo en su dedo, tal vez no vería a Felipe en algunos días pero tan solo de recordar que cuando una pareja se ama tanto, el tiempо nо podría separar sus corazones con el amor inmenso que se tienen. Podría separar sus corazones con el amor inmenso que se tienen. Como era de esperarse así fue, el tiempo no cedió mucho al amor de aquellos amantes y los separo por muchos días, pero siempre habrá un motivo para reunir aquellas almas sinceras.
Habría un importante evento dentro de unos días en donde el gobernante invito a todos los habitantes, Felipe al momento de enterarse llamo a la mansión Ortiz, a lo que contesto María.María: Buenos días, mansión Ortiz ¿Quién llama?
Felipe:Buenos días María, habla Felipe.
María: Buenos días Señor, ¿en que lo puedo ayudar?
Felipe:Necesito hablar con la Sra. Ortíz
María: Señor Borbón, ella aún no baja de su habitación, pero le diré que lo llame enseguida.
Felipe: Muchas gracias María -corta la llamada-
Efectivamente unos minutos después la Sra Ortíz bajo hacia la sala, en donde María le pudo comunicar de la llamada del Sr Borbon.
Inmediatamente ella lo llamo, extrañaba su voz.Felipe: Amor mío ¿Cómo estas?
Letizia: Sr. Borbon no pude contestar así, que pasa si no hubiese sido yo.
Felipe: Siempre se cuando llamas, mi corazón me avisa.
Letizia al oírlo provoco una sonrisa en su rostro
Letizia: También yo se cuando llamas, y hablando de eso ¿para que llamas?
Felipe: Aparte de extrañar tu hermosa voz, extraño tus hermosos ojos y provocativos labios, nada más.
Letizia: Ay borbon -se ríe- que te parece si nos reunimos hoy, extraño beber café
Felipe: Por supuesto mi vida, dónde siempre, te haré café.
Letizia: Esta bien, a las 3, nos vemos
Felipe: Nos vemos
Cortan la llamada y ambos esperar a que las horas pasen lo antes posible para verse. Letizia vistió cómodamente pero muy bien, ya que iría a verse al hombre que tanto le aceleraba el corazón de tan solo pensar en su nombre.
La Sra Ortíz no dejaba de ver la hora para irse, simplemente dijo que tendría algo importante que hacer y salió de la mansión, y obviamente, se puso su anillo y brazalete que unían los nombres de dos personas enamoradas.
Al salir de la mansión era como salir de la realidad, en donde ya no pensaba mas si era una Villarreal o si era la mujer mas importante de Atenas o de toda Grecia, ella ahora solo es una mujer indefensa que desea reencontrase con quien la hace olvidar todo, quien la hace sentirse bien, amada e incluso a quien daría su corazón en la otra vida sin pensarlo dos veces.
Los ojos de la Sra Ortíz iban cristalizados mientras viajaba, los recuerdos vividos y que lastimaban su corazón eran cambiados por los momentos que podía vivir junto su amado, si bien era un amor a escondidas, eso ya no importaba, lo importante que lastimaban su corazón eran cambiados por los momentos que podía vivir junto su amado, si bien era un amor a escondidas, eso ya no importaba, lo importante que su corazón volvía a latir con fuerza otra vez.