XIII

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-¿Qué hora es?- preguntó Barcode apenas con un ojo abierto, volviendo a cerrarlo en segundos- Amaneció-

Suspiró y se acurrucó más en las sábanas, cubriéndose hasta la cabeza, no quería salir de ahí, estaban frescas, olían a suavizante y la almohada era muy cómoda.

-¿Cuanto bebí anoche?- preguntó en voz alta- ¿Ta?- retiró la sábana para abrir nuevamente un ojo- Debe estar en otra habitación-

Se sentó sobre la cama, sintiendo un pinchazo en su cadera del lado izquierdo, revisó la zona, notando un pequeño moretón, solo hasta entonces fue consciente de que estaba en ropa interior.

-Esta no es mi casa, ni la de Ta, dudo que sea de Copper- susurró agitado.

Terminó de aclarar su vista por completo, mirando el suelo, pero su ropa no estaba, analizó todo alrededor, hasta que pudo reconocer el reloj en el buró a un costado de la cama.

-¿Qué hiciste?- se dijo a si mismo, saliendo de la cama por completo para revisar el tocador, algunos accesorios, productos para el cabello y un perfume, quitando el tapón solo para olerlo, reconociendo el cigarrillo.

Barcode pasó saliva con fuerza, dejando todo en su lugar y buscando por cada rincón sus pertenencias, la ropa no estaba por ningún lado, su teléfono apareció envuelto entre las sábanas, sin batería y su billetera debajo de la cama. Sintió un escalofrío al escuchar la perilla de la puerta, siendo abierta a sus espaldas.

-Ya despertaste- le dijo JJ llegando hasta el closet, a su costado- Deberías tomar una ducha, sudaste mucho, tuviste una noche muy agitada-

-¿Qué?- preguntó nervioso- Yo no hice nada-

-Claro que sí, estabas de muy buen humor por lo que vi- respondió- Tu ropa está en la secadora aún, puedes usar esto, pero ve a ducharte- le entregó una pijama.

Aun en medio de su confusión, Barcode salió en silencio de la habitación, para entrar con prisa al baño. Intentaba recordar lo que hizo la noche anterior, pero todo volvía por partes. Sabía que se fue de fiesta con Ta y Copper después, también estaba seguro de bailó con un chico atractivo, esa sensación de frotarse mutuamente no la olvidaba.

Mientras se ponía la pijama, aun dentro del baño, vino a su mente el recuerdo de como JJ lo encontró por coincidencia en ese club, sintió un cosquilleo en su estómago al recordar tan vívidamente la promesa de ser llevado a la cama del mayor, con su voz tan varonil y seductora.

-¿Eso pasó?- se miró al espejo un momento- ¿Por eso estoy aquí? No puede ser, me acosté con él y no puedo recordarlo- se quejó.

Salió del baño secándose el cabello, con una clara mueca de molestia en su rostro, tanto estuvo esperando por ese momento y cuando sucedió, no lo puede recordar, estaba molesto consigo mismo.

-Ya colgué tu ropa, en un par de horas estará lista para que la uses- le dijo el mayor desde la cocina- Ven a desayunar, hice algo de sopa para la resaca-

-Nosotros...- comentó acercándose a la mesa- Me trajiste anoche-

-Si, dijiste que querías venir y dormir en mi cama, te lo concedí- respondió tranquilo- Pasaste la noche en mi cama-

-¿Así de fácil?- preguntó- Me tuviste rogando por meses, cuando lo único que necesitaba era estar ebrio-

-Espera... ¿De qué hablas?- dejó los platos y tazas con café en la mesa.

-Pasé la noche aquí- comentó.

-Sí- asintió despacio el mayor.

-Me encontraste en ese club, me ofrecí a ti y sin dudarlo me trajiste a tu cama- afirmó.

¿Flechazo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora