Antes tu enemiga que tu novia.

023

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Después de todo el drama, decidieron reunirse en la cafetería todas, excepto Fluttershy y Rarity.

Pinkie y Sunset llevaban un buen rato encerradas en el baño; parecían discutir, pero no se escuchaba lo que decían.

— Bueno, Flash y yo iremos por las bebidas — Dice Applejack levantándose de la silla.

— ¿Y yo por qué? — pregunta Flash quejándose.

— Para que dejes a la princesa Twilight respirar, has estado encima de ella desde que vino — Dice la rubia tomándolo del brazo para levantarlo.

— Ugh, está bien — dice Flash dejándose levantar y así ambos se fueron.

— Voy a ver qué tal Sunset y Pinkie — dice Twilight yéndose rápidamente.

El lugar quedó en silencio, con Dash mirando a Applejack de lejos y Twilight mirando a Rainbow.

— Sabes, Rainbow, tu otra tú tiene esa misma mirada cuando ve a su Applejack — habla Twilight rompiendo el silencio.

La deportista voltea a ver a Twilight.

— ¿O sea qué?... —

— Sí, Rainbow, tú y Applejack ponis también son pareja —

Dash sonríe sonrojada.

— Eso es... Adorable — dice Dash mirando a la rubia de nuevo sonrojada.

— Solo que las cosas pasaron diferentes en el otro mundo; fue más romántico, sin Rarity de intermedio — dice Twilight.

— ¿En serio?... — Dash suspira desanimada — Me hubiera gustado que mi historia con Applejack hubiera empezado diferente —

— Entiendo tu punto, pero yo creo que cada historia tiene su toque; Applejack estaba dispuesta a dejar su título por ti —

Dash sonríe.

— Ha hecho mucho por mí...—

— ¿Ves? Es lo bueno, hacen una hermosa pareja —

— Gracias, princesa — agradeció la deportista con una sonrisa cálida y agradecida.

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Dash miraba el techo de su habitación. Era oscura, así que no podía evitar imaginar a Applejack; la rubia permanecía en su mente. Había pasado ya algunas semanas desde que Rarity las dejó en paz. La modista se había distanciado un poco, lo cual era entendible, aunque a veces salía con Fluttershy y Sunset.
Su relación con Applejack seguía en secreto. Ya era público que Applejack y Rarity habían terminado, pero Applejack quería esperar para hacer pública su relación, si así podía llamarse. Ninguna de las dos se había pedido ser novias. Eso era algo que mantenía ocupada la mente de Dash. Ella amaba a Applejack, y demasiado; incluso le daba miedo el amor que sentía por ella. Le daba miedo estar enamorada. Seguía mirando su oscuro techo hasta que escuchó ruidos en su ventana, específicamente una piedra pequeña. Se levantó de golpe y fue a abrir la puerta.

— ¿Applejack? — dijo con una sonrisa.

— Nop — se escuchó una voz masculina.

— ¿Soarin? ¿Qué haces aquí? — preguntó confundida.

Tenía tanto en la cabeza que había olvidado que sus ídolos entrenaban en su escuela, incluso había olvidado que ella iba a entrenar con ellos.

— Te extrañaba... Digo, el grupo en general — respondió Soarin con las manos metidas en sus bolsillos.