'' Ojalá nunca hubiéramos pisado ese pueblo. Ojalá nunca hubiera intercambiado palabras con ese repugnante traidor. Ojalá... tus labios nunca hubiesen quedados grabados en mi memoria''
En busca de libertad, Emily entró a una jaula. Una jaula gigante...
Antes de que escuches las voces de mi historia en tu mente o te sumerjas en las palabras dulces que dictará el traidor, te daré una advertencia.
Da igual cuanto lo busques, da igual. No hay mapa que muestre donde está. Donde se encuentra. Donde se pierde entre los árboles de los sueños y pesadillas. No existe. Solamente si él se decide mostrar, aparecerá. Porque donde la vista se pierde y los recuerdos son inconclusos, nace él.
Si decides leer esta historia, no hay vuelta atrás. Una vez empiezas no hay forma de escapar. Es como una red de espinas. Mientras más luches por huir más daño te hará. Tratarás y tratarás, pero al final te rendirás, tal como hice yo. Me rendí. No traté de escapar, simplemente aprendí a vivir con ello. Con el miedo, el terror, la agonía, el dolor y el sufrimiento. Lo llevo en mi espalda como una carga de la que nunca me podré librar.
Si a pesar de haber escuchado esto te decides aquedarte entonces no me queda más remedio.
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