BOSKETBATT

Capítulo XV: 15 de octubre

|Para mi angelito,

El internado Whistonelay es muy serio y da un poco de repelús. Las instalaciones son gigantescas y resulta muy fácil perderse. Es muy difícil hacer amigos, pues todos están tan centrados en clase que apenas socializan. He conocido a un chico llamado Adriel, es antisocial y disfruta leer como tú. Empecé a hablarle cuando le vi en clase de Historia leyendo 'El concubino' (La maestra de historia manda a la dirección a todo aquel que no preste atención en su clase, aunque pestañees, así que sé que es muy valiente)

No me siento completo si tú no te encuentras. Cuando voy a dormir recuerdo cuando me abrazabas por las pesadillas y me paso la noche en vela esperando que acabe este infierno. Sé que es el internado más prestigioso de todo Estados Unidos, pero no encuentro gusto sin ti. Pero no todo es malas noticias, aquellos que nuestra media sea A + nos moveremos el 20 de octubre a una institución cercana a nuestros hogares y podré verte todos los fines de semana.

Atte: Charlie Dubois desde California,

 9 de septiembre|

Y entonces, mi corazón se rompe en mil pedazos otra vez. Mis manos se deslizan sobre el relieve de la carta, puedo sentir cada pequeña letra. Entonces vuelvo a cerrar la carta y saco otra.

|Querida ángel:

Whistonelay es peor de lo que creía. Cada noche al acostarme en mi cama siento como si mi piel ardiera. Las sábanas de seda se sienten como brasas ardientes.

Emily, mi dulce Emily, dime que el demonio no ha alzado la mano, por favor.

Emily, no sé qué sería de mí si cuando vuelva te encuentro rota. Emily, lo único que tienes de muñeca es la belleza, porque eres una mariposa que por desgracia ha caído en la telaraña de una cruel araña.

Emily, Emily Dubois, eres el ángel más lindo que nunca mis ojos han visto.

Atte: Charlie Dubois desde California,

10 de septiembre.

Siento un relieve en la carta por la parte de atrás, lo acaricio y es la letra de la canción. Entonces estrujo la carta entre mis manos con fuerza, decidida y redimiendo el deseo de guardarlas. Cojo con resentimiento la caja que contiene todas las cartas, que son tantas que rozan el borde de la caja profunda, y me dispongo a bajar del ático.

Rowan ya encontró el diario, el collar y la foto. No puedo arriesgarme a que descubra cual es el nombre que me entregaron siendo una niña. No puedo permitir que se entere que yo soy Emily Dubois, la heredera e hija de Dubois. No, no puedo permitirlo.

Agarro la caja con fuerza y empiezo a bajar las escaleras. Rowan está hoy con su editor para hablar sobre su último libro, no hay peligro de que las descubra. Otra vez en el patio con el mismo objetivo. Tomo el encendedor entre mis dedos y en eso veo las sílabas. K.A.D. Kieran Aeros Dubois, mi hermano mayor.

Pero rápidamente lo borro de mi mente. La pequeña llama del encendedor me recuerda a la tenue luz de mi esperanza y entonces bajo la tapa del encendedor, la llama se apaga. Vuelvo a levantar suavemente la tapa y la llama cobra vida. Y entonces la esperanza lo consume todo. Cada carta, cada recuerdo. Solamente puedo sentir la emoción de las llamas consumiendo todo lo que significa mi pasado. Lo recuerdo, fue hace 10 años cuando esta emoción me llenó y corrí con unas fuerzas que nunca tuve, con el humo llenando mis pulmones y las chispas acariciando mi piel. Ese día me di cuenta que solamente el fuego es libertad y a partir de ahí amé el fuego. Todo ardió y luego eché las cenizas a la basura, las dejé en el contenedor y en pocos minutos el camión de la basura se la llevó.