Hay cosas que quiero decirte
Pero simplemente te dejaré vivir
Aunque si me abrazas sin lastimarme serás el primero en hacerlo—Lana del Rey.
Torneos y decisiones estúpidas
Tres meses han transcurrido desde el cumpleaños de la Reina Regina la vida ha continuado y la tortuosa angustia también. El príncipe David tiene que cargar con las penas de su corazón en silencio acompasando sus abatidas emociones con un rencor que empezaba a crecer lentamente en su pecho mientras a mucha distancia de él se encontraba su amada con una confusión y un debate Interno con su persona desde la última vez que lo vió mientras a la par seguía soportando el calvario que llevaba en su matrimonio y cómo si el cielo sintiera su abatimiento se desprende una lluvia torrencial.
—No lo haré de nuevo, Leopold — su voz era calmada pero decidida.
—¡Regina, no es tú decisión tienes una obligación para conmigo y el reino!— El de canas estaba exaltado, pero sorprendido por el carácter que estaba empezando a mostrar su esposa.
—¡No! No voy a ser tú maldita incubadora de herederos— su tono comenzaba a subir cada vez más mientras ella alborotaba sus negras herbas.
Leopold se acerca a ella lleno de colera—Soy tú esposo y tú Rey y me vas a respetar — la ensordece por unos segundos el impacto contra su mejilla que a pesar de su fuerza ella no le baja la mirada ni derrama lágrimas.
—Mi hijo murió en mis brazos después de haber nacido — escupe con ira contra él — Y tú ni siquiera estuviste presente — ¡Así que golpeame, mátame si es lo que te place!— se safa de su agarre cuando la intenta atajar —Tu preciado reino te importa un carajo eres un hipócrita.
— Te vas a arrepentir de haber dicho eso— tuerce sus labios en una mueca reluciendo sus prontas líneas de expresión— ¡Lucy!— llama con impaciencia y cómo la mucama estaba afuera de la habitación real matrimonial no tarda en llegar.
—Me voy a ir de casería cuando amanezca, la reina debe permanecer en sus aposentos sin comida ni bebida hasta mi regreso— Regina se mantiene imperturbable y se limita a cruzar los brazos no creyendo lo que Leopold está diciendo.
—Pero majestad...
—¿Vas a contrariar a tú Rey?.
Lucy hace una reverencia en señal de arrepentimiento y se mantiene en esa posición para responder —No su majestad lo siento...
—Ya te puedes ir— recupera su postura normal y le dedica una mirada de compasión a Regina antes de abandonar el lecho.
Ya con ambos monarcas solos Leopold se acerca a su esposa que seguía en la misma posición y la sostiene sin delicadeza de las mejillas con una mano para obligarla a mirarlo —¿Crees que tienes algún tipo de autoridad ante mi?— aprieta su agarre—¿Que puedes objetar a alguna petición mía o peor a tús deberes?.
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Una jóven y encantadora manzana
FanfictionOnce upon a time una reina malvada condenó a todos los personajes de cuentos de hadas a un mundo sin finales felices para vengarse de blanca nieves por arrebatarle su primer amor, ahora ella le quitaría el suyo ¿Hasta donde llegará su deseo de venga...