𝙼𝚒 𝚙𝚎𝚛𝚍𝚒𝚌𝚒ó𝚗 // 𝚃𝚘𝚞𝚢𝚊 𝚝𝚘𝚍𝚘𝚛𝚘𝚔𝚒

Cap.4

Los siguientes días fueron normales, sin contar que tenía que ir casi todos los días a la guarida de la liga, durante estos días me he dado cuenta que Toga tampoco es tan mala, solo hay que tratarla como una persona normal, en realidad, me cae bien es la que me ayuda a no aburrirme cuando Hawks no esta, con los que menos he hablado es con Dabi y Yuki , con el primero solo hemos hablado la conversación del primer día, si a eso se le puede llamar conversación, y con el segundo no nos hemos dirigido la palabra, pero, siempre está mirándome, no de mala manera, si no, me mira con cariño, ¿cariño de qué? No lo sé.

Ahora mismo estaba en una reunión junto con los demás héroes sin prestar atención hasta que alguien puso su mano en mi pierna, era Hawks, ya había terminado la reunión.

–¿Nos vamos?–dijo poniéndose de pie, yo imite su acto y nos pusimos a andar hacia la puerta–¿escuchaste algo de lo que hemos dicho? Estabas distraída.

–¿Eh? En realidad no he escuchado nada, ¿Qué habéis hablado?–hace 10 años que Touya murió, antes de que el emplumado dijera algo Mount Lady lo llamó.

–¡Corre a el banco, hay villanos!–Hawks me cogió y salió a volar a ese lugar en el menor tiempo posible, tardamos menos de 5 minutos y nos juntamos con los demás que estaban a punto de entrar.

–El piso tiene 5 plantas, hay 3 villanos en cada una y somos 4, Hawks en la primera, Mirko en la segunda, yo en la tercera y Emi en la cuarta, cuando terminemos todos a la quinta, es donde más cosas de valor hay–Mount Lady nos organizo e inmediatamente nos pusimos en marcha, llegue a la cuarta planta, parecía que no había nadie, todo estaba en silencio, me puse a buscar a los villanos cuando oí algo detrás, rápidamente me gire y había un señor de unos 35 años lanzándose hacia a mí con un cuchillo en mano, le lance una patada, pero alguien me cogió por detrás.

–Por fin nos mandan una muchachita, nos serás de mucha ayuda– que asco, le iba a meter un puñetazo cuando noté algo clavándose en mi cuello.

–Veo tus intenciones, como lo intentes te desgarro el cuello– subí las manos en forma de paz, despegó un poco el cuchillo y ahí era mi momento, pero, unas llamas azules incineraron al sujeto que estaba anteriormente en el suelo y apareció dabi, el sujeto que tenía el cuchillo en mi cuello lo apretó más.

–¿Qu-quien eres? ¡No te acerques!–¿Que hacía aquí Dabi? El pelinegro se acercó más.

–Como le sigas clavando eso te incinero a ti tambien–dijo serio, el sujeto no soltó el cuchillo, Dabi dio unos pasos más hasta estar a medio metro nuestro.

–Tú lo buscaste– hay si, el sujeto soltó el cuchillo, Dabi me agarró de la cintura pegándome a él y con su otra mano soltó unas llamas sobre el sujeto, ¿lo había matado por mi? Me quede mirándole.

–¡No necesitaba que me defendieras! ¡Yo podía sola!

–Si, ¿por eso casi te decapita?–dijo mirándome y aún sin soltarme.

–¡Mentira! Ya lo tenía casi arrestado.

–Lo que tú digas–¿cuando me va a soltar? Empezó a sonar un ruido de alguien entrando al piso, Dabi me acercó más y hizo más fuerte el agarre.

–¿Emi?–era Hawks, entró a la habitación en la que estábamos y nos vio.

–¿Qué haces aquí? ¿Es la liga quién está detrás de todo esto?–Hawks bajo la vista hasta mi cadera que era donde se encontraba la mano de Dabi ahora–uy–empezó a notar como el calor subía a mis mejillas y intenté apartarme de Dabi pero su agarre era más fuerte contra más intentara alejarme ¿qué coño le pasa?

–Tranquilízate pajarraco, si no fuese por mí Emi estaría decapitada–Hawks me miró sorprendido.

–¿Qué pasó?

–Los villanos no entraron a robar, querían que viniera una mujer y así hacerle lo que ya tú sabes.

–Perdón por no haber estado ahí.

–¡Yo podía sola, no hacía falta que él viniera!

–Bueno, las demás te esperan Emi y tú Dabi no puedes estar aquí, te van a ver.

–Te espero en el callejón de al lado, Tomura quiere verte–dijo mirándome.

–Vale–con eso salí de la habitación con Hawks detrás mío.

–¡¿Dónde estabas?!–dijo Mirko al verme

–Tuve unos problemas con un sujeto pero no pasa nada.

–el quinto piso ya está revisado, allí no hay nadie, La policía se llevó ya a los sujetos, podemos irnos–al salir me dirigí al callejón, al ver a Dabi me acerqué a él.

–¿Vamos?–empezó a andar y fui detrás de él.