Notaba los nervios que le causaba hablar de este tema. Yo, por mi parte, cada vez más intrigada, le incito a que hable de una vez.
—¿Vas a hablar de una vez o te quedarás callado?
—Sólo quiero estar seguro de que no irás corriendo dónde él cuando te lo cuente.
—¿Dónde él? —silencio— Ya dime.
—Mi hermano me dijo que no me acercara más nunca a ti —dice atropelladamente.
Mi cerebro es tan diminuto que logro entender bien las palabras después de unos cuantos minutos de haberlo estado procesando. La pregunta es. ¿Quién demonios es su hermano? ¿Me ve cara de adivina o qué onda?
—¿Y quién es tu hermano?
—Eros.
Lo suelta tan de golpe que es como si una bomba atómica hubiese explotado en mi cabeza bloqueando todos mis sentidos y formas de razonamiento. ¿Es decir que Eros le ha impedido que se acerque a mí sólo porque a él le ha dado la gana? Quise preguntar para entender mucho mejor cómo fue pero las palabras que salieron de mi boca fueron:
—Y tú le has hecho caso. ¿Crees que Eros está en todo su derecho de decidir quién se puede acercar a mí y quién no? Esa es mi decisión, no la de él.
—Es decir, eso lo sé pero necesitaba el número de...
—¿El número de...? —le animo para que continúe la frase.
Se pone de pie de golpe y yo elevo la cabeza para mirarlo a los ojos.
—Ya te lo he dicho. No necesitas saber más.
—Pues me va a escuchar —me pongo de pie bruscamente y comienzo a caminar en zancadas hacia la casa de Nahim.
Tanta información me aturde. No entiendo por qué nunca me dijo que vivía ahí. ¿Con qué maldito derecho le ha pedido a Nahim que se aleje de mí? No es mi pareja y no me da la gana que decida por mí. ¿Por qué no me había contado que era hermano gemelo de Nahim? Está desquiciado.
Toco la puerta varias veces y con fuerza hasta encontrarme con el cuerpo bien formado y musculoso de Eros. Sus ojeras marcadas levemente bajo sus ojos, los tatuajes en su abdomen forman constelaciones que no logro identificar mientras las gotas de sudor corren por este. Mechones de cabello negro se pegan en su frente también mojada de sudor. Lleva unos short de deporte, es decir, que ha estado haciendo ejercicios o al menos hasta que tocara la puerta.
Mi rostro que anteriormente estaba cargado de furia, se relaja un poco inevitablemente. No quiero parecer una idiota embobada por lo que elevo mis ojos marrones hasta los suyos. Él no desvía la mirada, la mantiene con tanta dureza y afirmación que en otro momento me hubiera hecho temblar. Debe notar mi rostro cargado de enojo e ira porque su expresión suaviza y se transforma en una de completo desconcierto.
Luego desvía esos ojos negros tan profundos al Nahim casi temblado del miedo detrás de mí. Casi siento que lo matará ahí mismo pero parece contenerse porque me mira a mí otra vez.
—¿Qué?
—¿Qué? —repito incrédula— ¿Cómo que qué?
—Sí, ¿qué?
—¡Que no estás en tu derecho de impedirle a las demás personas que se acerquen a mí! ¡¿Quién demonios te crees que eres?!
—Nahim, entra —le ordena. Al ver que no mueve ni un músculo alza un poco la voz.—¡Nahim, entra!
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Más Allá Del Hilo Rojo (Libro #1) ✔️ (PGP2024)
Любовные романыPRIMER LIBRO DE LA BILOGÍA "EL ARTE DE MI MÚSICA" Ella es una amante de la música. Dedica todo su tiempo a ello. Plasmando sentimientos y momentos de su vida, transmitiendo su felicidad, dolor u armonía a las personas que la escuchan. La pérdida d...