Capítulo 11: Mis sentimientos.

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Llevo más de una hora de pie frente a mí casa esperando por el maldito mensaje que dijo que me enviaría, avisando que estaba cerca. Suspiro y estoy a punto de entrar en casa cuando siento el pitido de su moto. Está bajando de ella cuando camino a zancadas hacia él y le abofeteo la mejilla con todas mis fuerzas.

-¡¿Qué demonios te pasa?! ¡¿Acaso te crees que soy uno de tus juguetitos?!

-Chica....

-¡Cállate! ¡Ni se te ocurra decir otra palabra más!

Estoy tan alterada que incluso puedo sentir la vena en mi cuello inflarse como un globo. Su mirada confundida me hace enojar más y paso las manos por mi rostro con frustración.

Le doy la espalda para volver a mi casa pero un repentino tirón en el brazo me hace retroceder. Si no es porque está detrás de mí hubiese caído de culo en el suelo.

-¿A dónde vas?

-Pues a mi casa, ¿a dónde más?

-Dijiste que irías, ahora vas.

-¿Y tú quién demonios te crees que eres? Si no quiero ir no voy y ya.

-Pero dijiste que irías.

-¿Y qué? ¿Las personas no pueden cambiar de opinión? -respondo de mala gana.

-¿Pero y a ti qué mierda te pasa?

Lo miro como si no pudiera creer que acabara de hacer esa estúpida pregunta.

-¡Me dejaste plantada!-chillo-¡Llevo una hora entera aquí afuera esperando por tu maldito mensaje!

-¿En serio crees que podía escribirte un mensaje conduciendo?

Bueno, eso no lo había pensado. Me quedo en silencio por un momento en lo que pienso una respuesta coherente.

-¿Entonces por qué me dijiste que enviarías un mensaje cuando estuvieras cerca?

-Era broma-sube a la moto y se coloca el casco-¿Vienes?

No me muevo de mi sitio por un momento. Dudé un poco en si ir sea una buena idea pero ya tuve ese debate en mi cabeza y tomé una decisión, no me hecharé para atrás como una cobarde. Le quito el casco de la mano con brusquedad, me subo y me lo coloco de igual forma.

No negaré que tengo un poco de miedo al nunca haber experimentado algo así. No tengo ni la menor idea de cómo es eso allí o de cuál sea mi función. Mi corazón está como loco en mi pecho, probablemente en cualquier instante se deje ver.

Luego de unos cuantos minutos de camino siento la música y los gritos de las chicas mezclados con silbidos. Eros aparca junto a dos motos, ambas color blanco mate. Hay dos chicos recostados a estas, cada uno de ellos con una chica muy guapa.

¿Qué ambiente es este? ¿A dónde me ha traído este idiota?

-¿Falta mucho?

Uno de los que parece ser su amigo, le da una calada a su cigarrillo antes de clavar los ojos en mí. Disimuladamente me escondo un poco detrás de Eros.

-¿Y esta chica?

El pelinegro entrelaza su mano con la mía mientras yo ni tan si quiera puedo moverme. Estoy tan nerviosa que prefiero pasarme toda la noche prendida.

-Ella será mi acompañante.

-Es guapa -le da una palmadita en el hombro, sonriente y divertido.

No sé si sentirme halagada o asqueada. Los hombres pueden llegar a ser lo seres humanos más asquerosos y despreciables de todo el mundo. Todavía me pregunto qué diablos vine a hacer aquí.

Más Allá Del Hilo Rojo (Libro #1) ✔️ (PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora