Capítulo 12: El pasado de Hayley

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-Llevame a casa -le pido luego de alejarme y bajar de la moto.

-¿Tan pronto?

-Sí.

No dice nada y es cuando lo supuestamente obvio cruza por mi cabeza.

-¿Sabías que Lana venía a este tipo de ambiente?

-No tenía ni idea. ¿Por qué lo dices?

Luego caigo en idea de que se trata de Eros y que le he concedido toda mi confianza. No tengo porqué comenzar a dudar de él. Aún no encuentro las razones del porqué Lana salió de su casa tan enojada y me terminó hablando así al regresar.

Mi hermana suele tener comportamientos indebidos y sentimientos erróneos hacia mí. Ni siquiera soy consciente del daño que supuestamente le estoy causando.

-Ella estaba en esta fiesta. Le he dicho que se fuera a casa pero no estoy muy segura de si me ha hecho caso.

-¿Por qué no te haría caso?

-Lana es demasiado compulsiva, no piensa las cosas ni las consecuencias que pudiese atraer un acto indebido.

-Bueno, te llevo a casa.

Asiento y me subo en la moto. El transcurso no es largo, por lo que, terminamos llegando mucho más rápido de lo que creí.

-Gracias por entender.

-Siempre -besa mi comisura derecha.

Siento mis mejillas arder y me apresuro en entrar a casa antes de que termine notandolo. Suelto una bocanada de aire antes de dejar las llaves en la mesita del salón y tomar un sorbo del vaso de agua que serví.

Miro por la ventana hacia su casa y solo alcanzo a ver la moto aparcada frente a esta en perfecto estado. La mantiene brillante y bien pulida a pesar de ser color negro mate. Sonrío para mi misma y dejo el vaso de agua encima de la isla de la cocina antes de encaminarme hacia mi habitación. Siento los sollozos de Lana desde el pasillo confirmando que antes me ha hecho caso. Le dije que se fuera a casa y así mismo hizo.

Intento abrir la puerta de su habitación silenciosamente cuando me percato de que ha cerrado con llaves.

-¿Lana, por qué has cerrado con llaves?

-Justamente porque no quiero hablar ni saber nada de ti.

Sus palabras son como una puñalada directo al corazón. De esas que te dejan el alma corrompida y hecha un completo desastre de cada pedazo. Bajo la mirada hacia mis pies y deduzco que dejarla en paz sería lo mejor. Entro a mi habitación quitándome la chaqueta negra de cuero que me mantenía en calor durante todo el tiempo que me la pasé fuera de casa.

A veces quisiera entender a mi hermana, quisiera poder entender todo lo que trata de decirme con la mirada en lugar de palabras. Cuando éramos niñas no solía comportarse así. Aunque en ese entonces vivíamos en una familia feliz y teníamos padres que nos apoyaban en todo. Siento que eso la ha lastimado más de lo debido y la ha convertido en esto.

Le está pasando lo mismo que a mí pero como diferentes ocasiones. Yo no pasé mi adolescencia como ella y es lo que me calma. No le desearía a nadie todo lo que viví cuando era a penas una niña.

Su habitación es continúa a la mía, por lo que puedo sentir hasta su respiración agitada y sollozos descontrolados. Me duele tener que escucharla así casi todas las noches. Lo único que intento es que se concentre en sus estudios y futuro. Yo la ayudo en todo lo que sea posible pero si no pone de su parte no podré hacer nada.

Esas palabras me recordaron a Hayley. Ella me decía esa frase todo el tiempo. Ya ni siquiera sé qué pensar con tantos problemas mezclados en mi vida. Nunca he tenido paz y mucho menos he sido feliz. La carrera y la fiesta me mantuvo ocupada por unas horas pero no se puede evitar lo inevitable. Creo que esa es la frase que me identifica en esta vida. "No se puede evitar lo inevitable".

Más Allá Del Hilo Rojo (Libro #1) ✔️ (PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora