Amo tu secreto

#06 -El Mensajero Celestial

Narrador

Habían pasado un par de semanas. Los dos jovenes seguían viendose y pensando en una respuesta para que (Tn) pudiera pertenecer a un clan, pero no encontraban ninguna solución.

Vaya que Zeldris había tenido más cosas en su cabeza que nunca, pensaba en demasiadas cosas; el problema de aquella chica, su falta de conexión con su hermano, escapar todos los días del Reino Demoníaco para ir a tierra y reunirse con (Tn), órdenes de su padre a las que él no podía negarse, y luchar siempre contra aquel sentimiento que aparecía cada que estaba al lado de (Tn), ya estaba consciente de que aquello que sentía era mucho más profundo. Incluso el demonio había estado investigando sobre la verdad de aquel duque que hace mucho tiempo era la mano derecha de su padre. Su esfuerzo era inútil, no lograbajar averiguar nada, muy difícil entablaba conversación con su hermano y no quería involucrar a su padre, prefería alejarlo de todo que tuviera que ver con esa mestiza.

Y claro que (Tn) se veia en las mismas, era muy difícil averiguar cosas cuando no tenía a nadie a quién preguntar, pues Gloxinia y Drole ya le habían contado todo lo que sabían. Poner excusas cada día para salir del Árbol Sagrado y reunirse con un demonio era muy complicado, sospecharían, de eso no había duda. Pero ella admitía que valía la pena, valía toda la pena reunirse con Zeldris así fuera el más mínimo momento. ¿Qué era eso que sentía en su pecho cada que lo veía?
¿Por qué tenía esa necesidad de estar cerca de él?
Algo en su estómago revoloteaba cada que hablaba con él. Nunca había sentido eso, quizás por la misma razón de que Zeldris era el primer chico que era más cercano a su edad. La primer persona con que había hablado que no era un hada o un gigante.

-Demonios, llegare tarde para verme con Zeldris. -dijo la joven mientras aumentaba la velocidad en su vuelo. - Pero tuve que aydar a Gloxinia... Ojala Zel siga allí -dijo con esperanza.

La joven detuvo su vuelo al sentir un poder magico cerca de ella, (Tn) giro su cabeza para poder ver de quién se trataba, pero al momento de voltear hacia atrás, un poder le fue lanzado directamente a sus alas, dañandolas, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Aún no controlaba bien su alas, era distinto a las de hada que solía tener.

-Me lleva... -susurró para ella misma al sentir el ardor en sus rodillas y manos, pudo protegerse un poco y evitar un impacto completo.

Pero cuando alzó su mirada para ver al sujeto quedó boquiabierta y no supo cómo reaccionar. Frente a ella estaba un miembro de la raza de las diosas.

-¿Y tú quien eres? -preguntó un chico alto de piel blanca y con cabellos blancos desordenados que le daban un aire de rebeldía y seducción a la vez, con ojos de un color azul electrico.

-Y-yo... Yo...

Ella ni siquiera sabía qué decir.

Baríel, un miembro reconocido de las diosas, el mensajero celestial, sabía que aquella chica estaba ocultando algo.

-Te he hecho una pregunta.

El ángel lanzó otro ataque a la chica, quien por pura suerte logró cubrirze con sus brazos.

-Atacar a alguien de tu misma raza no es acto de un que sea bien visto. -utilizó cómo excusa la chica.

-Soy el mensajero celestial, tengo información sobre todos y cada uno de los ángeles, y tú, no estás en mi información. Además... un poder magico emana de tu cuerpo con tanta fuerza...

La mestiza sabía que estaba en un grave problema. Aquel ángel ya no la dejaría marchar. Cuando sintió otro ataque algo en su interior le gritaba que se defendiera.

(Tn)

No tienes opción... Debes pelear o te va a delatar.

Esa voz... Es mi voz...