El diario donde dejo de amarte

Dia 2 (Tarde) part 1

No he podido sacarte de mi mente, cada vez que veo las bombillas, cada vez que siento el aire, cada vez que cierro mis ojos puedo verte, puedo sentirte, y te siento con amor, pero también con dolor.

No puede salir de mi cabeza ese sentimiento de culpa, me la paso pensando que probablemente todo esto que me está pasando me lo estoy ganando, me lo he merecido, por enamorarme de quién no debía, por besar a quien jamás debí besar y por tocarte como no debí tocarte.

Vi que viste mis historias, vi que viste mis estados y sentí que el corazón me iba a explotar, porque quería tus mensajes, quería tus palabras, quería tus besos, quería tu amor, pero sé que estoy siendo egoísta y anhelo algo que jamás tendré, a ti, a tus sentimientos.

Estaba atendiendo a alguien y sentí una punzada en el corazón, fue tan fuerte que perdí el aire, pensé que tal vez es el amor que siento por ti estaba pidiendome que te buscara, que te pidiera que lo intentarás, que intentes amarme, que intentes al menos una vez enamorate de mi, y me sentí estúpido, porque ya sabes que quiero eso, porque sabes más que nadie lo que siento, porque me entiendes.

A veces he pensado que probablemente no te amo, que probablemente esté obsesionado contigo y todos éstos sentimientos son una farsa, que probablemente me gustaron tus tratos, tus abrazos, tus caricias y tu forma de entenderme, pero sé que no es así, porque me ha sido imposible arrancarte de mi pecho, me ha sido imposible dejarte de amar, si fuera una ilusión, no estaría llorando todos los días porque me quieras, no rezaría a Afrodita que me quite este amor, no rezaría a Dios que me ayude a superarte, no pediría a las deidades que absorban toda la magia que es mi amor por ti, pero me ha sido imposible, cada vez que respiro pienso en ti, es tu respiración pesada, en tus labios suaves y rosados, incluso en el sabor de ellos, en tus manos fuertes, en tu sonrisa cándida, en cada uno de los detalles que tienes.

Tu amabilidad, tus anhelos, tus pasiones, tus alegrías, tu sinceridad, tu comprensión, cada cosa que te gusta, amo cada detalle de ti, y sé que dirás que te estoy idealizando, pero sé que no eres perfecto y no estoy esperando que lo seas, porque también amé tus inseguridades y las abracé como si fueran mías, porque recuerdo cada uno de tus miedos y quise tratar de ayudarte a superarlos, porque vi tus lagrimas caer y sentí que iba a morir por no saber calmarte, y supe que te amo porque aún en tus sombras quise dar todo para darte luz y aún en la oscuridad veía ese brillo especial que tienes.

Creo que me he dejado llevar, tal vez todo esto que siento es mi culpa, porque me dejé llevar a pesar que te dije que no lo haría, porque pedía tus besos sabiendo que probablemente nunca iba a parar, porque desee ser tuyo que no debía verme más allá, y aún sabiendo todo eso quise ser tuyo, quise ser tu amado, quise besarte todos los días y quise permanecer a tu lado eternamente, como tu esposo.

Tal vez estoy exagerando, pero te quería como algo más que algo pasajero, te quería como lo más importante en mi vida, el dueño de mis dedos, de mis labios, de mi voz, de mi alma, quería entregar cada cosa que tenía, quería hacerte sentir y entender lo tan especial que eres para mi.

Pero enseñarte que yo puedo amarte como mereces es imposible, porque a veces se me olvida que no me amas, porque tengo la esperanza de que me quieras igual, porque quisiera que dejes de verme como un amigo y ya, porque te amo y cada día quisiera perder ese amor intenso que tengo.

Lamentablemente mi futuro se vuelve lúgubre, porque cada vez veo imposible superar lo que siento.

Recordé cuando me dijiste que era especial para ti, que deseas que sea feliz, que entendiste que tu mayor acto de cariño hacía mi es alejarte de mi, para no herirme más, pero no sabes cuánto me dolió, porque quería estar atado a tus brazos, porque quería ser feliz a tu lado, porque no quería ser alguien especial y ya, quería ser tu persona especial. Y ahora tengo que resignarme, porque no me amas y lo sé, no me puedes ver de la misma manera, tienes tu vida y tal vez no soy tu tipo, tal vez jamás seré lo suficientemente lindo o bueno para ti, porque mereces mucho y tal vez no sea tanto para ti, y aunque me dijiste que merezco más, la verdad es que no quiero más, te quiero a ti, y vuelto otra vez al círculo, sé que no me amas, pero anhelo que me ames, sé que no me buscas, pero quiero que estés aquí, incluso escribiendo en mi habitación, en este diario, en este día, y que llegues, me mires a los ojos y me digas:

"Me di cuenta que te amo, te elijo a ti"