Capítulo 2

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La casa de los Jung se había convertido en una especie de evento privado, así que Hoseok decidió caminar desde la parada del autobus para ahorrarse tiempo y no llegar tan rápido

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La casa de los Jung se había convertido en una especie de evento privado, así que Hoseok decidió caminar desde la parada del autobus para ahorrarse tiempo y no llegar tan rápido.

Suspiró mientras avanzaba distrayéndose con lo que fuera para atrasarse, estaba agradecido de que Jiwoo no haya venido a buscarlo porque estaba seguro que lo arrastraría a cualquier centro comercial y lo llenaría de bolsas de ropa. No tiene idea de si está en casa o sigue en su oficina trabajando ya que ella era la encargada de traer un pastel que presumía haber conseguido con una de sus amigas, esperaba que el sabor al menos no fuera horrendo.

No parecía animarse lo suficiente en esta fecha, aunque lo único que desea es que por fin sus padres le cuenten el secreto por el cual muchas personas murmuran. Quizá solo se dejan llevar por la apariencia misteriosa que dan, suelen ser una familia muy seria con el resto de las personas o poco comunicativos para ahorrarse el mal rato. Todo lo que ocurre dentro de la casa se queda allí, ni siquiera Jimin ha logrado obtener información sobre su familia a pesar de que ha podido ser invitado a sus reuniones informales. Solo se ha dado cuenta que a ellos les gusta festejar en grande, y en un momento dado no recuerda nunca que es lo que sucede al final.

Con lo sucedido en el invernadero no estaba seguro si preguntarle a sus padres una vez más acerca del tema que más parece tensarlos. Siempre se resume a respuestas como estrés o que seguro estaba soñando. Lo cual le parecía un poco lógico, él mismo despertó de un mal sueño en la jardinera y se había sentido igual de real que las anteriores. Quizá los nervios de ver a todos ahí reunidos le estaba jugando un mal rato.

Vagó por las largas calles vacías, el vecindario no era muy grande debido a que de hecho su casa ocupaba casi tres lotes enteros y muchos pensaban que al ser ellos los ricos el barrio era algo elevado de presupuesto, cosa que si era cierta pero no tan exagerada. No recuerda si tuvo un grupo de amigos por ahí ya que casi no habían chicos de su edad ahora. Jiwoo tenía un amigo que la iba a visitar a diario a casa, casi viviendo con ellos de hecho, pero de repente le dijeron que se mudó y por eso no lo podrían volver a ver un tiempo. Esperaba que un día regresara porque le caía muy bien y a Jiwoo le fascinaba jugar horas.

Se cansó de dar vueltas así que tuvo que tomar el camino a su casa con su mejor ánimo, que claramente no lo tiene, y no fue difícil adivinar cuánto le faltaba para llegar porque la entrada con el jardín estaba repleta de autos lujosos estacionados junto al pequeño patio donde Mickey ladraba muy contento tras ver que había llegado su dueño.

Al entra a su casa se topó inmediatamente con su madre, la cual sonrió muy entusiasmada mientras llevaba consigo una bandeja de copas.

—Hijo que bueno que llegas, todos te estaban esperando desde la mañana —ella dijo.

—¿Vinieron todos? ¿Enserio? —preguntó asombrado, a lo mucho veía solo a los más cercanos.

-En realidad solo son tus tíos, primos y tus abuelos, los demás te enviaron tus obsequios por paquetería ya que están de viaje —le explicó mamá, continuando en atender a todos los que tenía cerca — Si quieres subir a cambiarte date prisa, tu hermana no tardará mucho en llegar.

My Demon||JunghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora