Capítulo 11

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Era un domingo soleado, y la energía en el aire tenía una ligereza que hacía olvidar, aunque fuera por un momento, la alta tensión de la vida de Hoseok.

El fin de semana normalmente lo pasaba en casa con su familia, era común que hicieran alguna comida en especial o que se reunieran en su jardín simplemente para charlar. Y mientras Jiwoo platicaba de como su negocio crece, sus padres estarían sentados allí esperando que la comida esté lista y seguro le preguntarían en qué estaba interesado estudiar.

Quizá se unirían sus abuelos que siempre llegaban con regalos en sus manos, o los tíos irían a anunciar que han firmado algún nuevo contrato en sus empresas. Una tarde familiar donde todos presumen sus mejores trabajos y harían una cena en honor a sus hijos.

Hoseok piensa ahora en como nunca sospechó nada extraño ahí, siempre se reunían, por lo que supone que todo ese tiempo hubo una reunión de demonios también. Todos los días convivió con esos seres, escuchando las historias que se inventaban los vecinos y sus padres siempre dijeron que eran mentiras.

Mentiras que se involucraron con más mentiras.

Estar en casa de Jimin se siente más cómodo, incluso si no se hubiera enterado de estas cosas siempre le ha gustado venir a pasar el día. Un lugar donde no tiene que escuchar las razones por las cuales debería ser un gran profesionista o ser molestado por los vecinos cuando quería comprarse un helado en el vecindario.

Y es por ello que se siente fuera de lugar de todas maneras, en casa de Jimin no hay mucho por hacer. Además Jimin ha salido de la ciudad para ver a su madre, lo que lo deja a solas en este momento.

Así que allí en el sofá de la sala de estar se dispuso a intentar tener un día tranquilo, pasando los canales de la televisión con aburrimiento porque sinceramente nunca ha tenido el interés de verla cuando en casa solo la encendían para ver a alguna prima siendo actriz en un programa.

No hay nada que le interese en particular, sus padres elegían las películas que verían juntos. Al final solo apaga el televisor y se recuesta en el sofá. Para su mala suerte Hades está teniendo un chequeo en lo que creería que es una veterinaria para mascotas muertas. O algo así fue lo que le dijo Jungkook.

Jungkook había ido a atender otro trabajo pero prometió que sería rápido, no sabe mucho de lo que hace en ello así que solo espera que decida aparecer en cualquier lugar de la casa o llegar como una persona cualquiera.

Mantuvo sus ojos en el techo, permitiendo que el sueño vuelva a él y quizá dormir un poco le haría un mejor provecho a este día. Se concentra en que nadie lo molestará mientras se queda allí, dejando que su respiración sea tranquila y su mente deseche el estrés.

Y logra dormir al menos cinco minutos antes de escuchar que el lado desocupado del sofá se hunde.

Lo primero que ve es a Jungkook sentado allí, limpiándose las manos con un trapo que puede que encontró en la cocina y a su lado un pergamino se deshace en cenizas.

Eso quiere decir que ha ido a terminar un contrato. Si sus manos están batallando con el trapo quiere decir que no fue nada amigable.

Se endereza en su lugar para poder hacerle saber que está despierto.

—Creí que dormirías más —dijo el demonio.

—No eh podido hacer nada, no me gusta ningún programa y mi celular está apagado —chistó irritado.

Jungkook asiente entendiendo lo que sucede, así que se pone de pie y con sus dedos convierte su habitual traje en ropa cómoda. Hoseok cree que reírse de él no es la mejor idea en mente.

My Demon||JunghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora