Susurros a través de Reinos

Capitulo V

- No sé por qué te molestas tanto después de todo...

Siguió hablando Naruto sin darse cuenta de que Sasuke ya no lo estaba escuchando, estaba más atento a la presencia de otra persona.

- Yo..- No termino de hablar debido a que Sasuke le tapó la boca.

Quitándose la mano de la boca dijo:

- Solo estaba siendo sincero no tenías porque taparme la boca- dijo molesto.

- Shh, hay alguien más aquí- le susurró.

Tras haber escuchado esto se puso alerta.

- Su Alteza, se encuentra allí- dijo una voz a la lejanía.

- Te llaman- aclaró Sasuke

- Pero todavía no hemos terminado de hablar sobre que vamos a hacer...

- Según sé en este mundo nuestras familias no se llevan bien, no sería bueno que te encontrarán conmigo.

- De acuerdo, pero ¿como hacemos con el tema de volver a nuestro mundo?

- Solo tenemos que intentar reunir las reliquias antes que Akatsuki, si consigo alguna información sobre cómo restaurar la energía de las reliquias te avisaré, ¿Entendido Dobe?- dijo dándole el collar de vuelta.

Naruto sonrió al oír el apodo característico mientras tomaba el collar.

- Su Alteza...- lo llamaron otra vez

- De acuerdo teme, nos vemos- dijo sonriéndole.

Tras decir eso se fue a donde se encontraba su mayordomo.

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Al Naruto irse Sasuke suspiró.

- Ya puedes salir Itachi.

- Vaya no esperaba que mi querido hermanito no fuera de este mundo, literalmente, ahora dime que hiciste con mi hermano- dijo emanando un fuerte aura asesina.

- No le hice nada, no viene aquí por elección propia.

- ¿Pretendes que crea eso?- dijo intimidante agarrando el cuello de la camisa de Sasuke.

- Cree lo que quieras pero si le haces daño a este cuerpo, le vas a hacer daño a tu amado hermanito- dijo amenazándolo.

- Y como sé que no me estás mintiendo.

- No tengo ninguna prueba para darte, todo depende de si me crees o no- dijo relajado.

Itachi lentamente soltó el cuello de su camisa y la tensión en sus dedos disminuyó a medida que aflojó su agarre. La tela, arrugada por su firme agarre, volvió a caer en su lugar contra su pecho. Sus ojos, antes llenos de sospecha, se suavizaron ligeramente cuando tomó la decisión consciente de extender un frágil hilo de confianza, aunque sólo fuera por el momento.

Respiró hondo, relajó los músculos de sus hombros y estudió el rostro del otro hombre en busca de cualquier signo de engaño. Sus instintos todavía vibraban con cautela, pero decidió dejar de lado sus dudas, permitiendo que una confianza tentativa echara raíces en el espacio incierto entre ellos..

- Escuché que la forma de irte de este mundo es convocando a una tal Kaguya mediante las reliquias...

- Solo es una suposición.

- Si tú regresas a tu mundo mi hermano volverá, ¿verdad?

- En teoría si.

- Te ayudaré.