Atardecer en Miami

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Carlos retiró su mano suavemente, sujetó el rostro de Sergio con ambas manos y acarició sus mejillas con sus pulgares antes de alejarlas para dirigirlas al broche de su cinturón. Checo soltó un gran suspiro de alivio mientras se recostaba en la cama y meditaba lo que acaba de causar, estaba a punto de ver una faceta de su mejor amigo que nunca había visto, sabía que Carlos era bueno en la cama, Charles se lo había dicho miles de veces pero nunca se cruzó por su cabeza imaginarse una situación como esta.

Carlos se apresuró a sacar de su camino los shorts de Checo, mientras este se desabrocha la camisa, una vez que este estaba solo en ropa interior se apartó un momento para admirarlo, le gusta la desesperación y el deseo en los ojos de Sergio, queria guardar este momento en su memoria antes de que se acabe. Se dirigió al closet y sacó de un bolso un tubo de lubricante y un condón.

-Quitatelos - la voz de Carlos era más profunda de lo usual y su respiración más pesada.

Completamente ruborizado, hizo lo que le pidió y quedó completamente expuesto ante los lascivos ojos de su amigo. Carlos terminó de desabrocharse el pantalón, lo bajó un poco junto a sus boxers y sacó su miembro para colocarle el condón. Sergio miraba atento a cada movimiento mientras se mordía los labios completamente ansioso, el alcohol seguía haciendo estragos en su cuerpo y se sorprendió del nivel de deseo que este le hacía sentir.

Finalmente Carlos se dejó caer contra él, se colocó entre sus piernas, sujetando sus muslos y se abrió paso hasta su rostro. Ante el nuevo peso sobre él, Sergio soltó un gemido abriendo la boca, la lengua de Carlos se deslizó contra la suya, llevó su mano a la nuca, atrayéndolo más a él para profundizar el beso, necesitaba esto realmente lo necesitaba.

Después de aquel largo en intenso beso, Carlos se apartó momentáneamente, sus labios estaban hinchados y húmedos de saliva, admiro a Checo un momento más antes de estirarse para agarrar el lubricante, hecho una porción generosa en las yemas de sus dedos y los llevó a la entrada de su compañero, donde comenzó a frotar en círculos. Mientras una de sus manos jugueteaba abajo, encajó su rostro en la garganta de checo, donde empezó a lamer y succionar para dejar pequeñas marcas.

Sergio estaba desesperado, buscó el cabello de Carlos con una mano para enredar sus dedos; Intentó llevar la otra a su miembro para comenzar a frotarlo cuando Carlos lo detuvo.

-¿Qué estás haciendo? No te dije que podías hacer eso.

Checo sintió su cuerpo temblar cuando Carlos introdujo uno de sus dedos dentro, no era una sensación extraña para él, pero que Carlos no apartara la vista de sus ojos mientras lo hacía era algo que alteraba todos sus sentidos.

-¡Aahmm! - Checo ahogó un gemido mordiéndose los labios cuando Carlos sacó el primer dedo para introducir dos en su lugar - Ven ah ahrriba.

Carlos se aproximó hasta que su respiración se mezclaba con los jadeos de Checo, estaba fascinado con las expresiones en su rostro cada vez que sus dedos entraban y salían, espero a que abriera un poco más la boca para introducir nuevamente su lengua.

-Dios checo, estás tan caliente - le susurró mientras sacaba ambos dedos, colocó sus manos en los muslos de Sergio y los apartó para admirar su dilatada entrada.

-Hazlo - su tono era suplicante, sus ojos seguían llorosos, su mejillas estaban rojas a causa del alcohol y la vergüenza.

-No apartes la mirada, quiero que me veas cuando lo haga.

Finalmente lo hizo, el cuerpo de Checo tembló cuando sintió como Carlos entraba lentamente dentro de él. Apartó la mirada de los intensos ojos cafés de su amigo mientras varios gemidos abandonaban su boca.

Sergio apretó sus piernas en la cintura Carlos, quería que sus cuerpos se unieran aún más y reclamó sus labios siguiendo el mismo ritmo de las estocadas que estaba recibiendo.

Su cabeza se sentía nublada pero estaba en el paraíso. La erección le dolía y realmente necesitaba frotarse, pero el contacto de esta contra la camisa de Carlos era muy placentero.

Los últimos rayos de sol entraban por la ventana de la habitación mientras está se llenaba de ruidos obscenos.

Al fin Checo terminó sobre su propio pecho poco antes de que Carlos lo hiciera dentro de él. Su cuerpo estaba entumecido por las sensaciones que acababa de experimentar. Sintió un vacío cuando Carlos salió de él para tumbarse a un costado en la cama.

-Te dije que siempre era bueno terminar junto a ti aunque no fuera en el podio.

Checo cubrió su rostro con ambas manos para ocultar su vergüenza mientras Carlos depositaba un pequeño beso en su frente.

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La habitación estaba a oscuras, las luces de la calle se filtraban por las cortinas mientras contemplaba el perfil de Carlos a un lado de él, escribía algo en su teléfono. Checo se pregunto en donde estaba el suyo, probablemente lo habría dejado en su habitación o Alice había olvidado devolverlo, se lo preguntaría en la mañana cuando la viera en el buffet junto con el resto del equipo.

-Algunos de los chicos están en un bar cerca de aquí ¿Quieres que vayamos?

-¿No crees que ya bebimos suficiente?

-Quizá, pero si no vamos Lance vendrá por nosotros de todos modos. - Carlos se incorporó y se dirigió al baño, estuvo un par de minutos ahí antes de salir arreglado como si nada hubiera pasado. Traía una toalla y un boxer limpio en una mano y se acercó al mini bar a sacar una botella de agua.

Dejó las cosas en la mesita de noche del lado de Checo y se fue a recoger la ropa que estaba tirada en el suelo, metió la ropa sucia en un cesto y busco los shorts para pasárselos.

Mientras se cambiaba, noto que su camisa blanca no estaba por ningún lado.

-¿Viste mi camisa?

-Si, está algo sucia haré que te la laven, mientras toma una de la mías. - le dijo Carlos sin importancia mientras recogía las botellas.

Se arregló lo más rápido que pudo y esperó a que Carlos terminara de acomodar la cama, el efecto del tequila comenzaba a irse mientras la culpa empezaba a llegar, no podía creer lo que acaba de hacer, oficialmente no había terminado con Max, no habían hablado desde el mediodía y él ya estaba acostándose con alguien más y no con cualquiera, se había acostado con Carlos.

-¿Todo bien?

-Si, solo estaba pensando.

-No pienses mucho Checo, vámonos.

Ambos abandonaron la habitación y se dirigieron al Lobby a esperar que el auto que le habían prestado a Carlos estuviera listo, no podía dejar de mirarlo ¿Carlos siempre había sido tan guapo?.

-¿Tengo algo en la cara?

-¿Eh?, no es que, ¿Quiénes están ahí?

-Mmm, Lance, si Lance está probablemente Fernando también.

-Ok.

-Ven vamos, el auto está aquí.

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