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Deseos Ocultos

Checo tiró de la esquina de la sábana, alisándola sobre el colchón mientras Carlos se encargaba del otro lado. La tarea estaba cargada de una tensión sutil. Ninguno de los dos había hablado desde su conversación en la cubierta, ambos estaban sumidos en sus propios pensamientos

-Creo que está lista. -dijo Carlos finalmente, alisando la última arruga en la colcha. Checo asintió, apartándose un mechón de cabello de la cara. Se inclinó para recoger las sábanas sucias del suelo cuando algo llamó su atención.

-¿Qué es esto?-preguntó, sacando sus jeans de entre las sábanas.

-Vaya, realmente no hiciste el mínimo esfuerzo por buscarlos cuando me fui.

Checo puso los ojos en blanco antes de sacudir sus jeans, se los puso y tomó asiento en el sofá para empezar a colocarse sus tenis.

-¿Qué hora es?

-Las 11:45.

-¿Lewis te dijo si teníamos que cerrar o algo parecido?

-Dijo que alguien vendría.

-Bien.

Carlos se acuclillo frente a él, tomó los cordones de su tenis y empezó a abrocharlos con agilidad, una vez que tenía uno listo hablo.

-No creo que estés pensando bien las cosas.

-¿A qué te refieres?

-A todo.

-¿Quieres ser más específico en algo? -extendió su otro pie hacia las manos de Carlos. Se sentía extraño, pero quería entender a dónde quería llegar Carlos.

-No creo que deberíamos ir está noche.

-¿Por qué no?

-¿En serio me preguntas por qué?

-Solo es una fiesta...

-No es de cualquiera, es de Lando...

Checo soltó un suspiro, no era precisamente la conversación que quería tener en ese momento.

-Se que no contestabas el teléfono porque no querías que supiera que iras a su fiesta esta noche.

-Checo...

-Esta bien, ya has estado conmigo tres días. No tengo 15 años para enojarme contigo y decirte con quién estar y con quién no. -suspiro una vez más- Además es tu amigo, se lo mucho que quieres ir a festejar con él.

-¿Y tú estás seguro de ir?

-Voy a estar bien, además tú estarás ahí.

-Sigo sin creer que sea una buena idea, ¿Qué harás si te encuentras con Max?

Checo tragó saliva con dificultad, ver a Carlos inclinado ante él le recordó a la noche anterior en su habitación de hotel. Se sentía tan indefenso, quería olvidar lo que había pasado con Max, haría cualquier cosa por no tener que lidiar con sus sentimientos en ese momento y Carlos estaba frente a él como una oportunidad de distraerse de todo. Así que hablar sobre Max ahora no era algo que quisiera hacer con él.

-No te preocupes por él.

-No es él quien me preocupa, pero tarde o temprano tienes que pensar que harás sobre él, aún es tu compañero.

-Lo sé. ¿Podemos no hablar de eso ahora? -se levantó del sofá y comenzó a caminar hasta la mesita de noche, tomó la botella vacía en esta y la tiró en el cesto de basura.

-Bien, cambiemos de tema ¿Cómo te sientes?

-Ya me preguntaste eso en la mañana, me siento un poco mejor, creo que las pastillas están ayudando.