VIII

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El vigésimo cuarto cumpleaños del príncipe estaba a la vuelta de la esquina, todos en el castillo estaban de aquí para allá con los preparativos.

 SeokJin al igual que los sirvientes en palacio se encontraba más que estresado. Era el encargado de animar la fiesta con las demás bailarinas del harem.

 El problema de su estrés básicamente era la falta de dos de sus mejores bailarinas ya que una tenía el pie fracturado y la otra estaba en estado.

Pobre de él.

Que carajos iba hacer ahora.

Necesitaba un milagro.

Si es que los milagros existían.

-Necesito un jodido milagro un ¡MILAGRO!

-Ahora que te pasa Jin 

-Como que me pasa Jung 

Jung Hoseok uno de los mejores bailarines en el harem de palacio, después de Jin claro.

-Si que te pasa, estabas gritando que querías un milagro 

-Porque necesitamos uno 

- ¿Por qué?

-¡PORQUE NOS FALTAN DOS JODIDAS BAILARINAS!-Grito exasperado, si no encontraba a dos bailarinas que ocupen el puesto se volvería loco.

-Ah por eso estas así

Jin se cruzo de brazos.

- ¿Y porqué más estaría así?-Preguntó alzando una de sus cejas.

Jung se encogió de hombros. 

-No se, tal vez era porque las sirvientas de palacio estaban viendo a tu hombre con el torso desnudo.  

-No, hoy mi hombre salió con el príncipe no se a donde  

-Okey no me interesa, siguiendo con las bailarinas no tienes de que preocuparte mi querido Jin, Hobi tiene la solución 

Jin lo miró con desconfianza.

 -¿Cuál solución? 

-Ya lo veras

                                          -------------Atrapado en el Tiempo------------

Algunas personas nacen con una estrella y otras como Jimin nacen estrelladas. 

Luego de que el joven que chocó con él la primera vez le dijera su nombre, Jimin había vuelto a su habitación y se tiró a la cama llorando de la impotencia.  

Porque todo tenía que pasarle a él.

Que hizo mal en su vida.

La vida lo odiaba tanto.

Estaba atrapado en un jodido libro.

Un estúpido libro de romance. 

El maldito romance.

Pero eso era lo de menos, la pregunta aquí era como carajos volvía a su mundo.

No tenía ni la más pálida idea. 

Ya no sabía con exactitud cuántos días pasaron, durante los cuales aprendió a adaptarse a la vida en el burdel, podría decirse que era relativamente famoso. Todos aclamaban por su danza, también fue haciéndose amigos especialmente de Taehyung al parecer tenían muchas cosas en común.

Ahora mismo subía las escaleras que conducían al escenario, su turno había llegado, lentamente el gran telón se volvió a abrir. La miradas de los comensales fijamente sobre él, no querían perderse por nada el espectáculo que el bello pelirrubio les brindaba. La melodía comenzó a sonar dejando que esta se apodere de sus sentidos y empezó a danzar.

En una mesa no muy lejana dos personas con sus  rostros ocultos bajo un antifaz para que nadie los reconociera se miraron entre sí sonriendo habían encontrado a las personas indicadas.

Atrapado en el Tiempo (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora