Atrapado en el Tiempo (Kookmin)

XV

Si le preguntaran si era feliz con la vida que llevaba diría que no.

Su vida desde que recuerda siempre fue monótona. Esta se resumía en estudios, entrenamientos, más estudios y entrenamientos.

Un ciclo sin fin.

Muy pocos eran los momentos en que podía ser él mismo.

Desde pequeño fue educado con diplomacia, pocos son sus recuerdos de haber tenido una infancia como su hermana.

Una infancia con más libertad.

Siempre veía tras el cristal a su querida hermana jugar en los jardines mientras él se encontraba prisionero en su propia habitación cumpliendo con sus impuestos deberes, todo para ser algún día un gran rey como su padre lo era.

A veces le gustaría no haber nacido en la realeza, solo ser un simple pueblerino sin las responsabilidades que conllevaba ser hijo del rey de un reino.

A veces quisiera cabalgar en su caballo por horas visitando los demás reinos y ciudades como un simple explorador.

A veces quisiera vivir en la tranquilidad de las montañas en una pequeña cabaña lejos de Calithea escuchando el sonido de los pájaros cantar y el viento zumbar.

Lamentablemente esos solo eran simplemente cosas insignificantes, deseos que nunca se cumplirían pues él era Jeon Jungkook el príncipe de Calithea con el peso de la corona sobre su cabeza.

Con pereza se levantó de su cama, un día nuevo en su vida monótona comenzaba.

Había responsabilidades que cumplir.

-------Atrapado en el Tiempo-------

Luego de haber pasado horas de entrenamiento se dirigió a su habitación para tomar una ducha pudiendo así quitarse el sudor que su cuerpo emanaba.

Una joven empleada que iba por órdenes de su Rey interrumpió su andar.

-Disculpe molestaros mi príncipe, el rey requiere su presencia en la sala del trono

Jeon suspiró.

Ahora que querrá

-Dile que enseguida voy

-Claro y disculpe las molestias mi Príncipe- Respondió la joven empleada retomando su andar, no sin antes inclinar su cuerpo hacia su príncipe.

Tras darse una ducha express se dirigió a la sala del trono saludando a los guardias que hacían vigilancia quienes al verlo le permitieron el paso.

-Con permiso padre me han dicho que solicitáis mi presencia-Mencionó indicando su presencia mientras divisaba a su padre junto a un hombre de misma edad que su padre acompañado de una dama.

Jeon ya tenía una idea a dónde se dirigiría esto.

Para nada de su agrado.

-Así es, acércate hijo quiero presentarte a las personas aquí presentes

Acortando la orden de su padre con sus manos tras su espalda se acercó posicionándose a un lado de este recto y firme con su mentón en alto como todo un aspirante a futuro rey debía comportarse.

-Te presento a Sir. Eduard y su hija la princesa Lisa del reino del oeste

-Encantado de conoceros

-El gusto es nuestro príncipe Jeon-Tanto padre e hija inclinaron su cuerpo hacia el príncipe.

-Sir. Eduard y la princesa vinieron especialmente a la celebración de tu vigésimo cuarto cumpleaños. Porque no acompañas a la princesa a recorrer el palacio, tal vez se hagan buenos amigos-Habló el rey sonriendo a los presentes.