Destinado A Ser Amado Por Las Villanas (Por Corregir)

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༺ Encarnación (2) ༻

  En el mundo de Sera, había varios tipos de seres divinos.

  Desde la Existencia de una Era Antigua en las profundidades del mar a la que servía Tatiana hasta los Dioses del Reino Astral que gobernaban a los ángeles y eran adorados por Tierra Santa. Incluso los Demonios del Pandemónium estaban incluidos en esta ilustre lista de existencias.

  En términos de fuerza, los seres del Reino Astral y del Pandemónium eran los más poderosos, pero no eran más que una fracción de los elementos que componían el mundo entero.

  Y las Encarnaciones eran existencias elegidas por dichos seres como los "más cercanos a ellos"; aquellos que eran seleccionados específicamente para ejercer su poder de las formas más efectivas.

  En el juego original, las Encarnaciones más fáciles de encontrar eran las Vasijas que habían reunido todos los Fragmentos del Diablo. Y entre todas ellas, Eleanor, que se convirtió en la Encarnación del Diablo Gris, era con la que más te tropezarías.

  Como era la Jefa Final, era inevitable que todos los Fragmentos del Diablo fueran a parar a ella, sin que tuvieras que cumplir nada específico...   

  '...Además, ella es la única con la que podías comunicarte cuando estabas en ese estado'.   

  ¿Tal vez porque fue elegida desde el principio? De todas las encarnaciones, Eleanor, que había reunido todos los fragmentos, era la que tenía menos "efectos secundarios".

  Incluso entre esas existencias, no había prácticamente nadie que pudiera llegar a ser como ella. Por eso, se podía considerar que ser elegido como una Encarnación no aportaba beneficio alguno.

  Una encarnación con el cuerpo o la personalidad completamente intactos era un caso extremadamente raro.

  Mira a Alan, por ejemplo. Se convirtió en una Encarnación de la Ráfaga, pero su cuerpo se había transformado hasta el punto de que nunca podría volver a su aspecto original.

  Pero, aquellos que alcanzaban el reino de una Encarnación podían realizar fácilmente hazañas irrazonables que eran imposibles de explicar por ninguna ley.

  Por ejemplo...

  Volver a la vida a pesar de haber muerto una vez.   

  "El amuleto parece fascinante".   

  Faenol comentó mientras miraba al Soul Linker que emitía luz erráticamente.

  Este fenómeno fue causado por Caliban. Parecía que aún le costaba creer que la persona que tenía delante fuera el mismo ser que una vez había matado.   

  "...No hay necesidad de preocuparse por eso."   

  Escondí a Soul Linker detrás de mí.

  Por el momento, nada bueno saldría de revelar la existencia de esta persona. Después de todo, la razón por la que vine esta vez fue para buscar su cooperación.    

  "Para ser honesto, no esperaba que vinieras a verme primero".   

  Faenol sorbió con elegancia su té.

  Teniendo en cuenta el entorno, era sin duda una joven dama de una casa noble.

  Por eso tenía la tendencia a ignorar a cualquiera que no fuera miembro de una casa noble; pensando que no pertenecían al mismo nivel que ella. 

  "¿No has estado evitándome deliberadamente hasta ahora?"

  "..."

  "No tienes que parecer tan sorprendida. Siempre he estado escuchando información sobre ti".