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༺ Matar dos pájaros de un tiro ༻

  "...No preguntaré el motivo, así que...".   

  Beatrix suspiró, lanzando tales palabras al poco iluminado campo de entrenamiento.   

  "Basta ya. Se está volviendo demasiado difícil cubrirte ahora".

  "..."   

  Entonces, miró a su amiga de diez años con expresión preocupada.

  Eleanor, su cuerpo cubierto de sudor, se extendió en el centro del campo de entrenamiento. Esto era, obviamente, una vista familiar.

  Siempre que la mente de esta mujer se llenaba de algo complicado, venía aquí a entrenar hasta empaparse de sudor.

  Sin embargo...   

  "...¿Qué significa todo esto? Ajustar el presupuesto será un lío después de todo esto..."   

  Los rumores de que Lady Tristan había alquilado recientemente tanto el gimnasio como la sala de entrenamiento para someterse a un entrenamiento casi abusivo se habían extendido por toda la academia.

  Beatrix suspiró, observando el campo de entrenamiento que parecía haber sido azotado por una tormenta.

  Poco después, Eleanor se secó el sudor en silencio y tiró a un lado la mancuerna mágica que había estado utilizando para el entrenamiento de fuerza.

  Era un objeto con piedras de maná incrustadas a ambos lados, lo que permitía al usuario ajustar el peso a su gusto.

  Cuando miró en esa dirección sin pensarlo mucho, Beatrix leyó el número 750 kg escrito allí antes de volver la mirada hacia Eleanor con absoluto horror.

  '¡¿Levantó uno de estos con cada uno de sus brazos y se ejercitó con ellos?!'   

  "...¿Cuántas series hizo con eso?".

  "Sólo 300".

  "..."

  El rumor era exacto. Demasiado exacto.

  Era increíble que alguien siquiera pensara en hacer ejercicio con esta cosa, pero ¿llegar tan lejos? Eso ya ni siquiera era entrenamiento.

  Eso era pura autolesión, ni más ni menos.

  "...¿Por qué demonios estás haciendo esto? ¡Has estado aquí encerrado sin reunirte con nadie! Sé que siempre te dedicas a entrenar, ¡pero es la primera vez que llegas tan lejos!".

  "..."

  Eleanor se secó el sudor sin decir palabra. 

  La expresión de su cara hizo que Beatrix arrugara las cejas.

  Era una expresión que ella mostraba a menudo.

  Normalmente, ocultaba obstinadamente sus pensamientos interiores, hasta el punto de que uno podía considerarla mezquina.

  Era posible que desde pequeña le hubieran enseñado que mostrar emociones era un signo de "debilidad".

  Si era así, su comportamiento era fácil de entender.

  Había decidido borrar esa "debilidad" lo mejor que pudo.

  En cuanto al porqué, lo explicó con sus propias palabras.

  "... Me di cuenta de que mi sueño es demasiado grande."

  "¿Qué?"

  "El linaje maldito de nuestra casa siempre ha traído tragedias".   

Destinado A Ser Amado Por Las Villanas (Por Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora