OnlyFans ❞ [+18] ─ RusAme

O5

"Su suscripción a Usonia está por expirar, tiene hasta el 20/xX/xXxX para rehacer su membrecía." - Era el mensaje que Rusia recibió en su teléfono acerca de aquella aplicación celeste. No sabía que hacer ¿Debería seguir o dejar eso como un episodio olvidado?

Tenía una novia y había estado disfrutando de una anatomía ajena.

No había desarrollado ni una clase de sentimientos hacía ese chico, simplemente le gustaba su cuerpo, sólo amaba a su pareja y a nadie más.

Había notado que el dueño de la cuenta había puesto tres niveles: El básico y el que tenía, valía tres dólares, el de segunda clase con un valor de seis dólares y, el especial con veinte dólares a pagar, un precio ridículamente alto.

El porno es gratis.

Pero.

Su dopamina natural le exigía que siguiera por ese camino.

¿Debería hacerlo?

"Usonia ha subido un video"

¡Al diablo!

Recargó su suscripción.

Su celular vibró. Contestó rápidamente.

── Hola, mi querido y amado hermano, el que no me delata frente a todos nuestros hermanos y desde ese día, mis hermanas ni me miran ─ era Ucrania.

── ¿Qué quieres?

── Alemania me llamó, dijo que se enteró de tu infidelidad y ya no quiere estar contigo.

── ...

── ¡Bromita~!

── Te voy a arrancar esa palillo al que llamas pene.

── ¡Ya, ya! ─ sabía que el ruso era capaz de hacerlo si quería. ─ Papá llamó, dijo que saldría de su hospedaje y estará acá este fin de semana.

── ¿Y qué quieres que haga?

── Eres su niño mimado, a papá no le haría mayor felicidad que ver a su hijo favorito en primera línea.

── Ucrania, somos quince...

── Para papá, sólo existes tú.

Y colgó.

Acarició su cien. Indirectamente su padre había creado una rivalidad entre él y Ucrania, él era la sombra de lo que hoy era su hermano mayor.

Vio su teléfono.

Sonrió, tenía su pequeña droga que le ayudaría a olvidar esos problemas.

° ° °

Ese día el chico había subido contenido variado, siendo en su mayoría fotos provocativas, al igual que la temática de oficinista, en está ocasión, portaba ropa deportiva. La sangre le hervía cada vez que leía los comentarios, la mayoría eran de hombres, tal vez algunas mujeres, hablando barbaridades de su cuerpo y de todo lo que querían hacerle, la minoría pedía más contenido.

Estaba repitiendo el vídeo por tercera vez.

Le gustaba escuchar los dulces gemidos del menor metiendo esos vibradores en su pequeña entrada, relamió sus labios, su imaginación le permitía ver al joven frente a él.

Tan lindo.

Tan pequeño.

Su cuerpo era perfecto.